Ejercicios de movilidad acuátia para mayores

miércoles, 27 de noviembre de 2013


No cabe duda de que los beneficios que tiene para la salud realizar ejercicio físico de forma regular, ya sea reduciendo la probabilidad de sufrir enfermedades crónicas como la diabetes y la artritis o mejorando la salud cardiovascular y la función pulmonar. Estas ventajas superan con creces todas las excusas que podamos buscar para no hacer deporte a diario.

Los adultos deben comenzar lentamente, empezando por diez minutos de ejercicio físico que irán aumentado progresivamente hasta llegar a los 30 minutos. También es importante añadir ejercicios de fortalecimiento muscular para reducir la pérdida de músculo y de tejido óseo y para aumentar la flexibilidad y la fuerza.

Los ejercicios físicos que se practican en el agua ofrecen menos presión sobre las articulaciones y permiten a las personas con artritis reducir la sensación de dolor. Para practicar muchos de estos ejercicios no es necesario que sepamos nada. En muchas ocasiones el nivel de agua de la zona de la piscina donde se realizan estas actividades no supera el pecho.

La natación es un ejercicio físico con unos beneficios para la salud más que contrastados. No importa el nivel de experiencia que tengamos, dedicar dos o tres días a la semana a este deporte va a tener efectos positivos sobre nuestra salud actual y futura. La natación beneficia al corazón, a la función pulmonar, a la flexibilidad, al tono muscular y a la fuerza.

Todos estamos familiarizados con los ejercicios aeróbicos, también llamados ejercicios de resistencia, como caminar, bailar, montar en bicicleta, etc. Este tipo de ejercicios mejoran la salud de nuestro corazón y pulmones y nos permiten controlar el estado de ánimo e incluso reducir peso si es necesario. A lo que quizás no estemos tan familiarizados es a realizar estos ejercicios en el agua. Sin embargo, cada vez son más los gimnasios que ofrecen este ejercicio. Durante las clases se adaptan ejercicios típicamente aeróbicos como bailar, caminar o correr y se realizan dentro de una piscina en la que la profundidad suele llegar hasta la altura del pecho. Las clases duran una hora aproximadamente, incluyendo el tiempo de calentamiento y enfriamiento.

La práctica de ejercicios de fuerza al menos dos días a la semana puede ayudar a reducir el riesgo de lesión en adultos sanos. Este tipo de ejercicios obliga a los músculos a trabajar en contra de una resistencia haciéndolos más fuertes. Tradicionalmente este ejercicio de fuerza se realiza fuera del agua, utilizando una banda elástica de resistencia, pesas o una máquina específica para cada grupo muscular. Al hacerlos en el agua, además de la resistencia propia de los equipos que utilicemos, nos podemos beneficiar de la ayuda adicional que aporta la flotabilidad, ya que reduce el estrés que el ejercicio ejerce sobre articulaciones como las rodillas y las caderas, lo que minimiza el dolor crónico y aumenta su rango de movimiento.

Por último, la relajación es una parte importante de la salud. Practicar técnicas de relajación en una piscina de agua tibia disminuye la tensión de nuestros músculos y alivia el dolor que aparece a nivel articular, ya sea por la edad, porque sufrimos una enfermedad o por una lesión crónica. También reduce la presión arterial, el ritmo cardíaco y la cantidad de hormona del estrés que generamos cuando realizamos ejercicio físico.

Via saludyvidasana.es

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