El dolor puede y debe ser tratado

lunes, 4 de noviembre de 2013

El dolor ha sido definido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor “International Association of the Study of Pain” IASP, como “una experiencia sensorial y emocional no placentera que se asocia con daño real o potencial del tejido, o que se describe desde el punto de vista de ese daño”.

La problemática del dolor en los pacientes es muy grande, sea agudo, por alguna circunstancia, como un trauma; o crónico, derivado de lesiones antiguas del paciente o producido por el cáncer. También se conocen el dolor en la paciente obstétrica, en el trabajo de parto, y el dolor post operatorio.

La American Pain Society y la American Academy of Pain señalaron conjuntamente que un concepto erróneo sobre el abuso de fármacos no debe impedir que los pacientes reciban la atención que necesitan y merecen, el paciente según la Organización Mundial de la Salud, OMS, tiene el derecho fundamental a que le quiten el dolor.
El dolor no solo es una sensación, es también una emoción. La mayoría de las veces, el dolor se constituye en un mecanismo de defensa, en el síntoma de que algo funciona mal en el organismo; informa de la presencia de infecciones, tumores, hemorragias, oclusiones vasculares, etc. Pero no siempre es así. El dolor crónico, en muchas ocasiones, no demuestra esa patología que médicos quisirran ver y encontrar en los pacientes, ahí es cuando se convierte, por sí mismo, en una enfermedad.

El dolor visceral

“El dolor visceral es la forma más frecuente de dolor, sentida por la mayoría de personas en algún momento”, así lo señaló el doctor Fernando Cerveró, presidente de la IASP, Asociación Internacional para el Estudio del Dolor.

El especialista destaca que el 25% de la población afirma haber padecido dolor visceral en algún momento de su vida, lo que conduce a considerables costos en la salud. Adicionalmente afirma que a pesar de ser la razón de consulta número uno, no está suficientemente tratado, ya que se considera solo el síntoma de una enfermedad.

Para la doctora Patricia Gómez, presidenta de la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor, ACED, es tan importante tratar el dolor como identificar el origen que en el caso del dolor visceral normalmente está asociado a enfermedades tales como: cálculos biliares, pancreatitis, apendicitis y diverticulitis.

“Cuando se dice que al tratar la enfermedad el dolor desaparece, sin duda se trata de un enfoque que ignora que muchas formas de dolor visceral son enfermedades en sí mismas y necesitan terapias enfocadas y específicas”, destacó la doctora Patricia Gómez, en el marco del día mundial contra el dolor que se celebra hoy 15 de octubre y que ha escogido el dolor visceral como una de sus principales patologías.

Dolores viscerales frecuentes que no requieren atención inmediata, pero sí seguimiento y control son:

El dolor visceral también puede incluir manifestaciones tales como dolor de pecho crónico, dolor en la vejiga, dolor ginecológico y dolor pélvico. El dolor visceral se origina por la estimulación de los nervios situados en las estructuras viscerales, tales como el estómago, el intestino, corazón, hígado, riñones, etc.

Este tipo de dolor habitualmente es difuso, no está bien localizado y se presenta con características de cólico, puede ser constante o intermitente y se puede experimentar en lugares diferentes y alejados del órgano afectado.

Hay una gran variedad de dolores que pueden incluirse en la agrupación de dolor visceral; el cólico nefrítico o hepático, el dolor provocado por el infarto de miocardio o la angina de pecho, el dolor intestinal también conocido popularmente como retorcijones, pancreatitis, etc.

“Mientras que los tejidos viscerales sanos producen sensaciones mínimas, es más probable que los tejidos con inflamación aguda generen mucho más dolor, sin embargo, la inflamación crónica produce efectos inestables, por lo tanto, la recomendación es siempre consultar al médico”, afirma la doctora Patricia Gómez.

El dolor puede clasificarse según su tiempo de duración, según su intensidad y según el mecanismo fisiopatológico que lo desencadena.

1 Dolores pélvicos que se presentan especialmente en las mujeres y están asociados con el ciclo mestrual; cuando son muy dolorosos, se debe consultar al ginecólogo, para aprender a manejarlos.

2 Dolores viscerales de origen cardíaco que se manejan en forma agresiva con medicamentos como opioides fuertes y con angioplastias o colocación de stent, procedimientos muy especializados, pero muy eficientes y que han cambiado la sobrevida de los pacientes.

3 Dolores que se repiten como las colitis o cistitis, que si no se controlan en la fase aguda, se pueden volver crónicos.

Todos los pacientes tienen derecho a que le quiten o por lo menos a que opaquen su dolor a través de diferentes nuevas técnicas avanzadas para el manejo del mismo, tales como la infusión espinal, nuevos mecanismos de analgesia y el uso de la terapia genética.
Fuente vanguardia.com

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