El optimismo, la actividad física e intelectual y la alimentación sana

miércoles, 23 de abril de 2014

El optimismo, la actividad física e intelectual y la alimentación sana y equilibrada son los principales factores para lograr alcanzar los 90 años, una edad a la que ya han llegado casi 400.000 personas en España y que se espera que esta cifra se multiplique por cuatro en el año 2050.

Así lo han asegurado este miércoles diversos expertos con motivo de la celebración del 90 aniversario de la farmacéutica Bial que lleva por lema 'Cómo llegar a los 90 años', y que ha contado con la colaboración de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).

Y es que, a parte de los genes que aportan alrededor de un 60 por ciento en el proceso de envejecimiento, es fundamental llevar a cabo un estilo de vida sano y vivir con "alegría y optimismo".

Prueba de ello, es Marina Lario Esteban que en julio cumplirá 98 años y que asegura que ha vivido su vida con "mucha alegría y sin estrés". No obstante, ha reconocido que su abuelo murió con 100 años, por lo que su longevidad también está marcada por los genes.

"Yo siempre me he sentido joven y hasta hace poco me he presentado a todas las actividades y concursos que organizan en la residencia de ancianos como, por ejemplo, me he presentado para torear vaquillas. He comido de todo, siempre he tenido un buen estado de ánimo y he estado muy bien acompañada", ha señalado Lario Esteban.

De hecho, las relaciones sociales favorecen también la longevidad ya que permiten que los mayores no se aíslen y mantengan activo el cerebro, tal y como ha comentado el presidente de la Fundación Edad y Vida, Eduardo Rodríguez Rovira, quien ha insistido en la importancia que tiene el optimismo porque "ayuda a vivir más, disminuye las posibilidades de enfermedades y hace que la persona sea más autónoma".

Estas afirmaciones se sustentan en los datos arrojados por diferentes investigaciones como, por ejemplo, una realizada en Ohio (Estados Unidos), entre 1975 y 2002, que comprobó que las personas que tenían una imagen más positiva del envejecimiento vivían un promedio de siete años y medio más que los que no esperaban nada de la vejez.

Asimismo, otros estudios han desvelado que las personas depresivas sufren una tasa de mortalidad 1,5 veces superior a las de la población y que, además, los optimistas tienen más posibilidades de sobrevivir a un infarto de miocardio y se recuperan más rápidamente de la enfermedad coronaria que los pesimistas.

También, en Japón, el país más longevo del mundo, se ha demostrado que las personas mayores que afirman carecer de contactos sociales son 1,5 veces más propensas a fallecer en los 3 años siguientes, que las que tenían más apoyo social.

"La actitud positiva, ilusionante y la alegría es el único garante de la salud y la longevidad. Por ello, las personas mayores tienen que ser capaces de vivir alegremente y de crear o participar en proyectos con el objetivo de mantener el cerebro vivo y dinámico", ha apostillado el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Antonio López Trigo.

Pero no sólo estos factores retrasan el envejecimiento sino que, también, lo hace la actividad física e intelectual. En este sentido, según una investigación publicada en el 'British Medical Journal' los trabajadores que se jubilaban a los 55 años tenían una tasa de mortalidad 37 por ciento superior a la de quienes se jubilaban a los 65 años. Además, un estudio realizado por la Universidad de Londres mostró que las personas que tienen y se plantean proyectos alcanzan, de media, siete años más de vida.

NO FUMAR, CONTROLAR LA TENSIÓN ARTERIAL, EL PESO Y EL COLESTEROL

Ahora bien, el presidente de la Fundación Española del Corazón, Leandro Plaza, ha recordado que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo mundo y que cada año mueren más personas por estas patologías que por otra causa.

De hecho, se calcula que en 2030 morirán cerca de 23,3 millones de personas afectadas por estas enfermedades, especialmente por cardiopatías y por accidentes vasculares cerebrales. Ante esto, Plaza ha asegurado que se puede prevenir la aparición de estas enfermedades y, por ende, favorecer la longevidad y el envejecimiento activo.

Por ello, ha destacado la necesidad de que, más allá de los aspectos físicos y psíquicos, la sociedad se conciencie de la importancia que tiene no fumar, controlar la tensión arterial, evitar el exceso de colesterol, controlar el peso corporal y el perímetro de cintura, realizar ejercicio, controlar el nivel de azúcar en sangre, llevar una vida tranquila y ordenada y hacerse revisiones cardiológicas periódicas a partir de los 45 años.

Del mismo modo, el experto ha recomendado acudir al médico para conocer si los padres han padecido del corazón y realizar la prevención cardiovascular desde la infancia. Estas declaraciones han sido corroboradas por el resto de los expertos quienes han subrayado la importancia de educar a los más pequeños en hábitos de vida saludable.

En este sentido, el director general de la cartera básica de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia, Agustín Rivero, ha recordado que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad está realizando un plan para el abordaje de la cronicidad en el SNS y para conseguir aumentar la prevención desde las edades más tempranas.




Fuente eleconomista.es

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