Por qué realizamos ejercicio físico

viernes, 13 de marzo de 2015

Hoy quiero lanzar esta pregunta: ¿por qué haces ejercicio físico? Y después esta otra: ¿estás seguro y eres capaz de responder con total sinceridad? Y es que muchas personas contestan sin ser sinceros de verdad. A muchas personas les da miedo reconocer que lo hacen por un motivo u otro.

Bajo mi punto de vista, el que se apunta a un gimnasio por primera vez es por diversos motivos, aunque más de la mitad seguro que lo hace por estética, por querer mejorar su aspecto físico. Y es que hoy en día en nuestra sociedad la estética es muy importante, aunque no debería ser así.

¿Por qué no debería ser así? Fácil. Cada uno debería estar conforme con su forma física e intentar ser feliz con el cuerpo que se tiene. Hay que olvidarse de aquella persona que te insulta o te desprecia porque tengas defectos físicos. ¿Acaso esa persona es perfecta? NO. Nadie lo es.

Y es que la estética es tan importante por las empresas e industrias que nos venden un tipo de cuerpo perfecto que, según ellos, todos deberíamos tener. ¿Quién decide que ese tipo de cuerpo tenga que ser el mejor? Esto sería entrar en un amplio debate que no viene al caso, pero tan sólo tenéis que ver los anuncios en televisión, los maniquíes de las tiendas, desfiles de moda… ¿qué tienen en común? Seguro que lo adivináis.

Por lo tanto, la principal motivación de aquellas personas que comienzan a realizar ejercicio físico suele ser para mejorar su aspecto físico. Pocas personas comienzan a realizar deporte por mejorar su salud, aunque las hay, de eso estoy seguro. Otras, en cambio, empiezan a practicar deporte por obligación o por algún tipo de prescripción médica.

En el último caso, hacer por obligación algo con lo que no se está de acuerdo no es lo más conveniente. Primero hay que concienciar bien a la persona y después hay que aconsejar y recomendar realizar ejercicio sea por el motivo que sea.

Los objetivos de practicar algún tipo de actividad física se deben centrar en poder optimizar la condición física del individuo: aumentar la capacidad pulmonar, mejorar la flexibilidad y la movilidad articular, corregir una mala postura, mejorar las capacidades físicas básicas (fuerza, resistencia…), etc.

Vale pero, ¿y cuándo hablamos de corregir los malos hábitos que impiden mejorar nuestra salud? Por ejemplo, consumir constantemente alcohol, tabaco o drogas, salir noche tras noche de fiesta sin descansar adecuadamente, no cuidar bien la alimentación… es hablar de todo esto y desatar la mala leche de quien lo escucha: “no, no, no… yo sólo quiero perder uno kilos de más y listo, no quiero cambiar mi bolsa de patatas por una ensalada”.

Si se consigue que esa persona se dé cuenta realmente de qué es lo más conveniente para mejorar su salud por encima de todo, habremos logrado alcanzar un objetivo importante: el desarrollo de unos hábitos de vida saludables y satisfactorios.

Pero desgraciadamente, la estética sigue jugando un papel muy importante y se convierte en algo prioritario. Cuando argumentamos todos los beneficios que se obtienen para nuestra salud al realizar ejercicio físico, aquella persona que esté totalmente centrada en un objetivo estético te responderá con un: “perdona ¿qué decías? Yo sólo quiero ser como esta famosa de aquí”.

En cualquier caso, no me opongo a ningún motivo personal que lleve a realizar deporte. Eso significa que la sociedad se mueve, y el movimiento activo es fantástico para el ser humano. Además, estoy seguro de que la persona que empieza a realizar deporte por estética, finalmente acabará concienciándose que debe seguir manteniendo este hábito por su salud más que por su cuerpo en sí.

Incluso así, estemos realizando ejercicio físico por un motivo u otro, el motivo de la estética y de la salud van de la mano. Puede que en nuestra mente estemos realizando un objetivo u otro, pero sin darnos cuenta estaremos realizando ambos a la vez.

Por último, la mejor manera de convivir con uno mismo es la de aceptar nuestros defectos. Convivir con ellos y ser felices, porque son nuestra marca personal, lo que nos hace únicos y diferentes. No te compares con nadie. Tú eres tú, y debes olvidarte de toda crítica que no sea constructiva y te haga daño. Hagas lo que hagas, haz lo que mejor te convenga. No intentes gustar a los demás, primero gústate tú y quiérete más.

Mi mejor consejo: cuídate, lleva un estilo de vida saludable, aprende a corregir problemas alimenticios, y realiza algo de ejercicio físico cada día. ¿Quieres mejorar tu aspecto físico? Bien, hazlo. Pero conciénciate que puede haber algo más importante que eso, la salud.

Via practicavida.es

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