El estrés: ¿te hace venirte abajo o lo usas para crecer

martes, 4 de agosto de 2015

Algunas personas se vienen abajo tanto mental como físicamente cuando están en una situación de estrés excesiva mientras que otras personas son capaces incluso de usar esas experiencias para crecer. ¿A qué se deben estar diferencias?

Un estudio de 12 años de duración realizado por el psicólogo Salvatore R. Maddi y sus colaboradores en la Universidad de Chicago, nos ayuda a responder a esta pregunta.

En la investigación participaron los empleados de una empresa telefónica estadounidense. Alrededor de dos tercios de ellos sufrieron un declive significativo en su rendimiento, liderazgo y salud como consecuencia del estrés padecido durante una importante reestructuración de la empresa. Los problemas de salud incluyeron ataques al corazón, derrames cerebrales, obesidad, depresión y abuso de sustancias, así como evaluaciones de desempeño negativas, lo cual nos muestra los efectos negativos que puede tener el estrés.

Sin embargo, el resto de los empleados (un tercio) mantuvieron su salud, satisfacción y rendimiento y sintieron un entusiasmo renovado a pesar de la situación estresante.

¿Cuál era la diferencia entre ambos grupos de personas?

Aquellos que crecieron ante la adversidad mantenían tres creencias principales que les ayudaron a convertir la adversidad en una ventaja:

    Compromiso
    Control
    Actitud de reto

El compromiso con la empresa y con su trabajo les ayudó a esforzarse para sentirse implicados en los cambios que estaban teniendo lugar, en vez de sentirse solos y aislados.

El control les ayudó a luchar para ejercer una influencia en los resultados, en vez de quedarse inmóviles y pasivos ante los cambios que tenían lugar. La actitud de reto les ayudó a ver la situación estresante como un reto a superar del que pueden aprender cosas nuevas en vez de verlo como una amenaza que se cierne sobre ellos para hacerles sufrir.

Según otros estudios realizados, estas cualidades ayudan a las personas a convertir la adversidad en una ventaja, haciendo que aumente el rendimiento, el liderazgo, el nivel de energía y la salud física y mental. Es lo que se conoce con el nombre de resiliencia y se trata de conductas y actitudes que puedes aprender y practicar para hacerte más resistente al estrés y sacar provecho de las situaciones estresantes.

Es decir, ante la adversidad y el estrés abrumador, puedes optar por verte como una víctima indefensa que permanece pasiva mientras las fuerzas externas te vapulean o puedes optar por convertirte en una parte activa, tratando de tener control sobre la situación y ejercer tu influencia en lo que está sucediendo, comprometiéndote a ser una parte activa del proceso y percibiendo la situación como un reto que pondrá a prueba tus habilidades, tu mente y tu capacidad de adaptación y de resolución de problemas, ayudándote a mejorar en todos esos aspectos y enseñándote lecciones valiosas que te servirán en el futuro y te harán más competente.

Que adoptes una actitud u otra depende tan solo de lo que decidas hacer y pensar ante situaciones como estas, ya sea a nivel de trabajo, personal, familiar, etc. Al fin y al cabo, es tu pensamiento y tus propias interpretaciones de cada situación las que te llevarán a adoptar una actitud u otra. Tal vez no puedas controlar muchas de las cosas que te suceden en la vida, pero sí puedes controlar tu pensamiento. Incluso aunque tu reacción inicial sea la de asustarte, deprimirte o venirte abajo, puedes detenerte, analizar lo que estás pensando y recordar estas tres características de las personas más resistentes al estrés: compromiso, control y actitud de reto y preguntarte: ¿qué puedo hacer para ver esta situación de modo que fomente estas tres características? ¿Qué puedo hacer para tener el mayor control posible sobre la situación? ¿Qué aspectos puedo controlar y cómo? Si viera esto como un reto que deseo afrontar, ¿qué haría? ¿Cuál sería el punto de partida?

De este modo puedes cambiar tu punto de vista y tu actitud y empezar a reaccionar de manera muy diferente cuando vuelvas a enfrentarte al tipo de situaciones estresantes que, hasta ahora, han hecho que te vengas abajo.

Via motivacion.about.com

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