La hipertensión arterial también ocurre en niños. ¿Cómo prevenirla?

viernes, 18 de septiembre de 2015

La presión (o tensión) arterial es la fuerza que produce la sangre, impulsada por el latido del corazón, sobre las paredes de las arterias de nuestro cuerpo.

Dado que el corazón se contrae y se relaja, la presión arterial tiene dos valores:

    La presión arterial sistólica, más alta, es la que se produce cuando el corazón se contrae.
    La presión arterial diastólica, más baja, es la existente cuando el corazón se relaja.

¿Cómo se mide la presión arterial y cuál es la presión arterial normal en niños?

La presión arterial se mide con un aparato llamado esfigmomanómetro (manual o automático), que consiste en un manguito inflable que se coloca en el brazo.

Aunque, en general, los manuales son los más fiables, los automáticos se usan cada vez más por su sencillez y comodidad de uso. 

Al igual que otras variables como la talla o el peso, los valores normales de presión arterial varían con la edad.
¿En qué consiste la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial es aquella situación en que los niveles de presión arterial se elevan por encima de lo normal para la edad del niño. Una tensión normal en un niño de 12 años puede ser muy alta para un niño de 3 años.

Dado que la tensión arterial, al igual que la frecuencia cardiaca, puede incrementarse en situaciones de nerviosismo, es muy frecuente la denominada hipertensión de bata blanca, en que la tensión arterial resulta elevada cuando se mide en un medio sanitario (centro de salud u hospital). Por eso, el diagnóstico de hipertensión arterial no se basa en una medida aislada o puntual de la presión arterial sino, al menos, en la valoración de tres mediciones realizadas en días diferentes.

Para que estas mediciones sean lo más fiables posibles, es importante explicar al niño qué se le va a hacer con palabras comprensibles y que se realice en un ambiente lo más tranquilo posible.

La medición de la presión arterial se realiza de forma rutinaria a partir de los cuatro años en las revisiones del niño sano que llevan a cabo los pediatras y las enfermeras de los centros de atención primaria. También es importante medirla en niños menores de esa edad con enfermedades crónicas de corazón o riñón, trasplante de órganos, neoplasias (cáncer) o que toman medicamentos que pueden elevar la presión arterial.
¿Por qué se produce la hipertensión arterial?

En los niños mayores y en adultos la hipertensión más frecuente es la llamada hipertensión arterial esencial o primaria, en que no existe una causa aparente. En niños, es más común en adolescentes con sobrepeso u obesidad y con antecedentes de hipertensión arterial en otros miembros de la familia.

En niños pequeños, antes de la adolescencia, la causa de hipertensión más frecuente son las enfermedades del riñón. Son menos frecuentes los casos producidos por trastornos hormonales (hipertiroidismo, enfermedad de Cushing, hiperplasia suprarrenal congénita…), enfermedades cardiacas (coartación de aorta) o neurológicas, como efecto secundario de algunas medicaciones que pueden elevar la presión arterial (corticoides, anticonceptivos orales, inmunosupresores) o producidos por el consumo de cafeína, nicotina o cocaína.
¿Qué manifestaciones produce la hipertensión arterial?

En la mayoría de las ocasiones la hipertensión no produce ninguna manifestación en la persona que lo padece, de ahí la importancia de medir la presión arterial a todos los niños en las revisiones de salud.

En algunas ocasiones, sobre todo cuando los niveles de presión arterial son más altos (crisis hipertensivas), puede producir dolor de cabeza intenso, vómitos, sangrado nasal o alteraciones de la visión.

Aunque la hipertensión arterial habitualmente no produce ningún síntoma es importante tener en cuenta que, a la larga, repercute en las paredes arteriales y en el propio corazón que tiene que trabajar contra mayor fuerza, de ahí la importancia de realizar una buena monitorización y un adecuado tratamiento.
¿Cuál es el tratamiento de la hipertensión arterial?

El tratamiento depende, fundamentalmente, de la causa subyacente.

Las primeras medidas de tratamiento de la hipertensión arterial primaria se basan en la adquisición o el refuerzo de hábitos de vida saludables dirigidos a la pérdida de peso en niños con sobrepeso u obesidad:

    Ejercicio físico aeróbico de intensidad moderada entre tres y cuatro días a la semana.
    Dieta basada en reducción del consumo de sal y aumento del consumo de frutas y verduras.

En la mayoría de casos estas medidas son suficientes y sólo en algunos casos es necesario añadir al tratamiento el uso de fármacos antihipertensivos.

En el caso de que la hipertensión se deba a una enfermedad de las anteriormente señaladas, el tratamiento es el de la enfermedad que la genera. En estos casos, el uso adicional de fármacos antihipertensivos es más frecuente y debe ser prescrito y monitorizado por un médico especialista.

Via faros.hsjdbcn.org

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