Cuida tu salud reduciendo la sal

domingo, 5 de febrero de 2017

Un consumo excesivo de sal es perjudicial para tu salud por eso debes controlar la sal que echas en tus comidas. Si lees el siguiente artículo te será más fácil reducir el consumo de sal

La sal es un condimento que se utiliza desde épocas antiguas para conservar y dar sabor a los alimentos. Nuestro cuerpo necesita la sal para funcionar correctamente, pero consumimos una cantidad muy superior a la que necesitamos. Esto ocurre no solamente porque te pases con el salero, sino porque la mayor parte de alimentos preparados, en conserva, o envasados incluyen la sal como un añadido. Eso hace que la dieta habitual, incluso usando poca sal en la cocina, tenga un exceso de esta.

Si se consume sal en exceso, la presión arterial aumenta. Como consecuencia de esto, se pueden producir dolores de cabeza, sangrado de nariz o mareos, aunque en la mayoría de los casos no se manifiesta de forma evidente. Esto hace que muchas personas sigan una dieta poco saludable sin siquiera darse cuenta. En ese sentido, resulta importante pararse a pensar por un momento en la cantidad de este ingrediente que a menudo utilizamos en nuestra alimentación. ¿De verdad tomas tan poca sal como crees? Revisa el etiquetado de los productos y descubrirás otra realidad.

Cómo es la sal

La sal se encuentra en la naturaleza de dos formas distintas, en forma de rocas o disuelta en el agua del mar. Por eso se puede extraer en las minas en forma de roca salina o por evaporación de agua de mar mediante la acción de los rayos solares. De hecho, dependiendo del método de extracción, y de su lugar de origen, puedes encontrar en el mercado un montón de opciones con las que degustar tus comidas.

Las necesidades de sodio del organismo se cubren con el sodio aportado por los alimentos, aunque a veces estas necesidades pueden verse aumentadas por problemas de diarrea, vómitos o excesivo calor o sudoración. Es decir, podrías necesitar puntualmente incluir más sal en tu alimentación. Sin embargo, la mayor parte de la sal que incluyes en tu dieta será un exceso, porque los alimentos naturales ya la incluyen.

Un exceso de sal en la dieta puede hacer padecer hipertensión arterial y retención de líquidos, por eso es necesario llevar un control de la sal que se consume. Si tienes dudas sobre este tema, deberías consultar a un especialista para que te haga las pruebas oportunas. Tu salud podría mejorar considerablemente.
Las etiquetas de los alimentos y la sal

Es importante leer el etiquetado de los alimentos envasados pues muchos de ellos pueden contener sal oculta que es necesaria para la elaboración del alimento. Aditivos como el glutamato monosódico, el benzoato sódico, o el bicarbonato sódico, son una fuente adicional de sodio que no siempre se tiene en cuenta.

Un alimento tiene alto contenido en sodio si aporta más de 500 mg de sodio por 100 gr de alimento. Los alimentos frescos no suelen superar este contenido, pero los alimentos elaborados lo suelen superar con creces. ¡Revisa tus etiquetas y descúbrelo!

Para reducir el consumo de sal y ganar en salud y en sabor te serán útiles los siguientes consejos:

  1.     Consume alimentos frescos y evita l consumo de conservas, salazones y precocinados
  2.     Procura añadir menos sal a tus comidas y evita poner saleros en la mesa
  3.     Evita el uso de salsas procesadas industrialmente ( Képchup, mayonesa, mostaza…)
  4.     Si comes fuera de casa, pide que usen poca sal y que te sirvan las salsas de las comidas aparte
  5.     Condimenta tus platos con especies, así evitaras usar tanta sal, puedes hacerlo de la manera siguiente: Añade clavo a los cocidos o caldos de pescado, añade canela a los entremeses,  postres y compotas. El curry queda ideal en pescado, pollo y carne. El azafrán acompaña a los arroces y paellas y la pimienta queda genial en entremeses y quesos.
  6.     Las hierbas aromáticas también te ayudarán a incrementar los sabores de las comidas sin añadir demasiada sal: Añade albahaca a salsas y ensaladas y laurel a mariscos, pescados y carnes. El orégano acompaña muy bien a las salsas,pestos y tomate. El perejil adoba muy bien tanto a carnes como pescados y mariscos. El cilantro  y el anís son buenos aliados de las sopas y el romero adoba por igual carnes, pescados y patatas. La vainilla acompaña siempre a dulces y galletas y la menta acompaña bebidas, carnes, salsas y vinagretas
  7.     Nuestro gusto por la sal es cuestión de hábitos por eso si te acostumbras a comer menos sal, tu gusto por lo salado disminuirá.
Via centromujer.republica.com

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