Trastorno límite de la personalidad

A pesar de los avances en los psicofármacos hay dolores que se resisten a mejorar solo con medicación. El sufrimiento interior que siente una persona con tendencia al Trastorno Límite de la Personalidad es inmenso.  Esa sensación de  “vacío interior” que no es capaz de llenar por si solo y que necesita de la participación de los otros para llenarlo le colocan siempre en una posición de vulnerabilidad extrema. Parece siempre que no tengan piel para protegerse y que todas las sensaciones externas dolieran

Por eso las  personas con Trastorno Límite de la Personalidad sufren tanto ante el temor del abandono, es un miedo irracional, no necesariamente consecuente con la situación real de la pareja. Y, curiosamente, la ansiedad que genera el miedo al abandono suele producir conductas y comportamientos extremos que terminan provocando conflictos en la pareja. ¿Contradictorio? Mucho. Así terminamos teniendo “profecías auto incumplidas”: tengo miedo de que algo pase, me angustio, me obsesiono, comienzo a actuar como si mi temor fuese real, mi comportamiento altera al de mi pareja que termina desquiciándose y al final he terminado provocando lo que tanto temía; el abandono.

Porque las personas con Trastorno límite de la Personalidad están enganchadas a las emociones intensas, la vida mediocre y normalizada no existe en sus días. La intensidad de las reacciones emocionales y la inestabilidad del estado de ánimo van pasando de la depresión a la agitación y a la ira (por eje: exhibición frecuente de genio, enfado constante, incluso peleas físicas) con unos comportamientos totalmente impulsivos y muchas veces reconocidos como perjudiciales en un momento posterior.

Los esfuerzos que hace una persona con Trastorno de la Personalidad Límite para evitar un abandono pueden incluir actos impulsivos como la auto mutilación o el suicidio. Los actos auto destructivos suelen estar precipitados por temores a la separación o al rechazo o por la posibilidad de tener que asumir más responsabilidad.

Las auto mutilaciones en las personas con Trastorno Límite de la personalidad pueden ocurrir durante experiencias disociativas y a menudo producen alivio pues despierta la capacidad de sentir o pueden ser un alivio de los sentimientos de culpabilidad.

Otras de las áreas afectadas en los casos de Trastorno Límite de la Personalidad es la relacionada con la auto imagen, suelen tener una imagen distorsionada de su propia realidad física. Siempre se ven más gordos, más feos….por ello pueden tener conductas impulsivas auto lesivas como actividades reductoras de la angustia vital: gastos excesivos,sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios o ayunos como mecanismos de protección frente al auto odio inducido por la auto imagen negativa.

Hay una considerable variabilidad en el curso del Trastorno Límite de la Personalidad. La forma más común es una inestabilidad grande en la juventud con episodios de grave descontrol en los afectos y en los impulsos. El daño que provoca el trastorno y el riesgo de suicidio es más elevado en jóvenes y va disminuyendo conforme avanza la edad. Aunque la tendencia a tener emociones intensas, impulsividad e intensidad en las relaciones es manifiesta, aquellas personas que reciben intervención terapéutica muestran mejoras significativas que se mantienen en el tiempo.

 La Asociación Americana de Psicología ha determinado que las terapias más adecuadas para el Trastorno Límite de la Personalidad son la Terapia de Conducta y la Terapia Cognitivo Conductual dialéctica.

Via psicologomadridmadrid.es