Homeopatía en Recién Nacidos

martes, 5 de julio de 2011

Es algo frecuente que los padres primerizos se preocupen ante cualquier alteración de su recién nacido. Muchos de ellos confían en los productos homeopáticos para resolver estas pequeñas patologías que padecen los bebés. La doctora Nieves López Gómez, médico general y homeópata en Guadalajara, explica cuales son las utilidades de la homeopatía en este sentido.

Homeopatía en Bebés

La homeopatía puede empezar a suministrarse en bebés desde el momento en que llegan al mundo. Se trata de un tipo de medicina muy fácil de usar, cuya presentación en estos casos es en gránulos que deben diluirse en unas cantidades específicas de agua mineral. Una vez realizada la mezcla, se administra al niño por medio de una jeringuilla.

Aplicaciones en Cólicos

La homeopatía resulta muy efectiva a la hora de tratar cólicos del lactante. Lo cierto es que suele haber mucha controversia a la hora de definir la causa de estos cólicos, pero la experiencia permite apuntar que se trata de unos espasmos intestinales o contracciones de la musculatura lisa del intestino. Su origen también puede estar en causas emocionales porque el bebé sea un niño nervioso o intranquilo. Incluso el nerviosismo de los padres influye en el bebé ya que éste lo siente y lo adquiere. Otro de los motivos puede estar relacionado con la inmadurez del sistema digestivo o con la dificultad de digerir algún alimento como las proteínas lácteas. De todas formas hay que tener claro que los cólicos no son una enfermedad sino un estado transitorio que, como su nombre indica, pasa. Los cólicos suelen sobrevenir a partir de las 19 horas, haciéndose más notorios por la noche, cuando el niño no puede dormir y no deja de llorar.

Acción de la Homeopatía

Los medicamentos homeopáticos alivian los cuadros dolorosos del bebé. La homeopatía posee diferentes principios activos que pueden tratar estos problemas, como la magnesia fosfórica o la nux vómica 5CH. Estos componentes actúan ayudando a relajar la musculatura intestinal que se contrae, teniendo también una acción sobre la mucosa digestiva y eliminando las inflamaciones en caso de que las haya.

Prevención

Los productos homeopáticos también tienen su acción como preventivo de cara al invierno. Esta prevención conviene hacerla desde el mes de septiembre o ya a mediados de agosto para poder evitar futuras otitis, bronquitis y problemas de mucosidad nasal. Siempre conviene hacer una historia clínica y conocer las particularidades de cada niño, aunque con la homeopatía se puede estar muy tranquilo porque se trata de productos muy seguros. De todas formas siempre conviene consultar la forma de tomarlos. Cabe destacar que también pueden emplearse como preventivos o curativos a las vacunas. Si se toman 10 gránulos de thuya occidentalis antes de la vacuna y 10 gránulos después, se evitan las reacciones.

Fuente vivirmejor.es

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