Es posible evitar enfermedades causadas por estrés

jueves, 20 de marzo de 2014


Pensamientos y emociones negativas generan cambios químicos corporales

Desde que surge el primer pensamiento negativo, el estrés, las angustias, generan cambios químicos en el cuerpo. Tales alteraciones bioquímicas pueden derivar en enfermedades. Reconocer y superar esas emociones ayuda también a la salud.

Para lograrlo son necesarios nueve pasos, según ha comprobado la socióloga venezolana Theo D'Elia, especialista en Psiconeuroinmunología y con coaching en salud. El primero, es reconocer la emoción negativa, la situación que provoca el estrés y que se genera, según la especialista, en el cerebro: con un pensamiento.

"Todo el mundo puede reconocer esa emoción difícil de manejar. Identificar que estamos tristes, por ejemplo, da salida a la emoción", explica D'Elia.

Este pensamiento "viaja" por el cuerpo y su carga negativa logra alterar la química orgánica, lo que causa depresión y enfermedades. "Aunque se evada el problema, las patologías se desarrollan", advierte.

D'Elia considera, sin embargo, que es posible sanar. Así lo plantea en su libro 9 pasos para la recuperación de la salud que, en formato digital, se lanzó muy recientemente por la plataforma de Amazon.com. "Las cosas no sólo pasan, también las creamos cuando no sabemos enfrentar situaciones. Si se toman las riendas y tenemos otra actitud, la respuesta diferente también se graba en el cuerpo", dice D'Elia.

Los recientes conflictos sociales agravan el estrés y las emociones negativas que enferman. Pero, como dice D'Elia, "no somos el único país que ha atravesado una situación difícil. Muchos han salido de ellas. Lo que debe preguntarse cada persona es qué le toca hacer para superarlas".

Los dos primeros pasos, de los nueve que propone, son de conocimiento. El primero parece fácil pero no lo es tanto: reconocer las emociones, sensaciones y situaciones de estrés. El segundo es más concreto: tomar conciencia sobre lo concerniente a la enfermedad.

El objetivo del tercero, cuarto y quinto pasos se cierne sobre la acción. En el tercero, la persona debe reprogramarse para asumir la enfermedad como una oportunidad para regresar a su proyecto original. Esto lo comienza a lograr en el cuarto paso, al definir sus recursos internos como sistema inmunológico, inteligencia emocional, capacidades cognitivas, espiritualidad y otras fortalezas. Y en el quinto, se aprende a identificar los recursos externos que pueden ayudar.

"Las personas pueden utilizar la experiencia de situaciones pasadas y hacerse preguntas pertinentes para superar la situación como qué le hace sentir mal, qué hacer para cambiar o para ser más independiente y fortalecerse", dice D'Elia. La clave es no depositar la confianza en gente de afuera para encontrar soluciones sino conocer su cuerpo y aprovecharlo.

La última fase del camino de nueve pasos es de retos finales. En el sexto, se desafía a la persona a asumir el liderazgo de su salud; en el séptimo se definen los cambios y se define el compromiso, en el octavo juega a "crear su salud" y, en el noveno, reestructura su plan de vida, a través de un mapa mental que le guía para retomar su bienestar físico y emocional.

"La gente quiere y debe vivir lo más feliz posible, tal como se merece. Y sí se puede cambiar. Otras personas lo logran", culmina D'Elia.


Via eluniversal.com

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