Hombres y mujeres soportan igual el dolor

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Según una investigación de la Universidad de Málaga, las personas resilientes (que tienen la capacidad de sobreponerse a situaciones adversas) perciben el dolor con menos intensidad y tienen mejor ánimo

El género no importa a la hora de aceptar y soportar el dolor por enfermedad o la efectividad de los analgésicos, según un estudio reciente de la Universidad de Málaga, que analizó las diferencias entre hombres y mujeres en relación a su experiencia con el dolor crónico. La conclusión es que, entre hombres y mujeres, existen más semejanzas que diferencias en la aceptación del dolor.

Lo que sí influye, y mucho, es la capacidad de las personas para sobreponerse a situaciones adversas. Esta cualidad, conocida como resiliencia, es la que permite tener un manejo adecuado del dolor y una adaptación por parte del paciente, cuando es crónico.

“Las personas más resilientes tienden a aceptar su dolor”, explica la investigadora Carmen Ramírez-Maestre, autora principal del estudio, a la agencia Sinc. “Entienden que su dolencia es crónica y dejan de centrar sus esfuerzos en conseguir que el dolor desaparezca para volcar su energía en lograr una vida más satisfactoria, a pesar del dolor”.

La investigación se basó en una muestra de 400 pacientes con dolor crónico espinal, de los que 190 eran hombres y 210, mujeres, atendidos en centros de atención primaria. “Los pacientes resilientes aceptan el dolor y manifiestan percibir una menor intensidad de dolor, tienen un mayor nivel de actividad diaria y un mejor estado de ánimo”, mantiene la investigadora Ramírez-Maestre. Así, es la resiliencia de una persona la que determina la alta o baja capacidad de aceptación del dolor, al verse relacionada con el conjunto de características que dotan al individuo de recursos para afrontar el sufrimiento crónico.

Por el contrario, los pacientes que manifiestan tener más miedo al dolor son los que experimentan mayores niveles de ansiedad y depresión, según un artículo publicado en la revista The Journal of Pain. “No obstante, solo en la muestra de hombres dicho miedo se relaciona con una mayor intensidad de dolor, siendo esta la única diferencia encontrada en función del sexo del paciente”, concluye la investigadora Ramírez-Maestre.

Via elcorreo.com

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