Cerca de 24 millones de personas viven con la enfermedad en Estados Unidos, que en un futuro podría afectar a uno de cada tres menores si la tendencia continúa, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que en noviembre conmemoran el "Mes Nacional de Diabetes" en coordinación con otras organizaciones.
Con más de 4 mil adultos diagnosticados con la enfermedad y cerca de 200 muertes cada 24 horas, la diabetes es uno de los mayores problemas de salud pública a nivel nacional, de acuerdo con las autoridades sanitarias.
La enfermedad, que entre los hispanos tiene tasas dos veces más altas que otros grupos étnicos, es una de las principales causas de enfermedades del corazón, derrames cerebrales, amputación de extremidades, deficiencias renales y ceguera en adultos.
Si bien no existe una causa exacta de la enfermedad, los expertos señalan que factores genéticos y ambientales, como la obesidad y la falta de ejercicio, son un factor importante en el desarrollo de la diabetes.
De acuerdo con los CDC, el aumento de los casos de diabetes en las últimas décadas ha coincidido con el incremento en los niveles de obesidad.
Según estudios recientes, las personas en alto riesgo de padecer de diabetes tipo 2 pueden prevenirla o postergar su aparición si pierden entre el 5 y 7% de su peso corporal.
De acuerdo con estimados de las autoridades sanitarias, más de 57 millones de personas eran consideradas "pre-diabéticas" en 2007, una condición en la que los niveles de azúcar en el cuerpo son más altos de lo normal, pero no lo suficiente como para clasificarlos como diabetes.
Si bien las personas con pre-diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades coronarias y padecer de derrames cerebrales, hay medidas que se pueden tomar para detener o postergar el avance de la condición.
Cambios en la alimentación
Por ello, los expertos recomiendan implementar un plan de alimentación que ayude a reducir el riesgo de padecer diabetes, que incluya frutas, vegetales, pescado, carnes con poca grasa, pollo o pavo sin piel, granos integrales, leche y quesos bajos en grasa o sin grasa.
Asimismo, recomiendan que las porciones de pescado, pollo y otros cortes de carne no superen las 3 onzas, lo que equivale al tamaño de un juego de naipes o cartas, y cocinarlos en el horno, a la brasa o a la parrilla.
Ingerir alimentos bajos en grasa y sal y con alto contenido de fibra, como los cereales, panes o pasta de granos enteros o integrales, es otra de las recomendaciones de los expertos.
Además de una alimentación balanceada, aconsejan llevar a cabo al menos 30 minutos de actividad física diarios para ayudar a mantener un peso saludable.
Como una medida de precaución adicional, las autoridades sanitarias recomiendan a las personas diabéticas recibir la vacuna de la influenza H1N1, además de la de la gripe estacional para reducir el riesgo de sufrir complicaciones, que en estos pacientes pueden ser fatales.
Las personas diabéticas deben recibir la vacuna inyectada del virus, en ambos casos, según las directrices de los CDC.
Fuente esmas.
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