Sistema reproductor masculino

martes, 28 de diciembre de 2010

Múltiples diferencias

Está ampliamente comprobado que el hombre está menos inclinado que la mujer a atender a la salud de su cuerpo. Ya sea por un mítico sentimiento de poder e invulnerabilidad, o por estar más ocupado por el mundo exterior que el interno, los hombres prestan menos atención a su cuerpo y acuden menos a la consulta con el doctor. Pero las diferencias entre hombres y mujeres no terminan allí. Más allá de la diferenciación morfológica entre los sistemas reproductores del varón y la mujer, existen otras que tienen que ver más con la función en sí y su objetivo en cuanto a la procreación. La diferencia básica es que el sistema reproductor femenino está regulado por el ciclo menstrual, el cual se repite rítmicamente a lo largo de su vida fértil. El hombre, en cambio, está en una situación de permanente alerta reproductiva, siendo capaz de responder a las necesidades de la fertilización en el momento en que se lo requiera.

Para comenzar a conocer el sistema reproductor masculino hay que saber por qué órganos está formado:
• Testículos o gónadas
• Vías espermáticas: túbulos seminíferos, epidídimo, conducto deferente, conducto eyaculador, uretra.
• Pene
• Escroto
• Glándulas anexas: próstata, vesículas seminales, glándulas bulbouretrales.


Pene y escroto

La parte visible del aparato genital masculino son el escroto y el pene. El escroto es un saco de piel laxa y fina, rica en pigmentos y desprovista de tejido adiposo, que alberga a los testículos. Por debajo de esa piel existe una capa continua de células musculares lisas. Cuando hace frío esta capa se encarga de encoger y arrugar la pared escrotal. Durante una erección la bolsa escrotal se acorta debido a que parte de la piel se desplaza sobre el pene que está aumentando de tamaño.

El pene, por su parte, está compuesto por tres masas cilíndricas de tejido eréctil, los cuerpos cavernosos que son 2 y el cuerpo esponjoso. El cuerpo esponjoso rodea a la uretra peneana o esponjosa; ésta lo acompaña en toda su longitud. La uretra es el conducto mediante el cual es expulsada la orina y el semen.

A cada cuerpo cavernoso penetra una arteria profunda que se ramifica en arterias helicinas, su nombre es así debido a que en el pene flácido son helicoidales pero durante la erección se tornan rectas. La parte terminal del cuerpo esponjoso se dilata y forma el glande, el cual está recubierto por una piel móvil llamada prepucio que se retrae fácilmente y deja el glande al descubierto durante la erección.

Fuentes de vida

Las gónadas masculinas, o glándulas sexuales del varón, se llaman testículos. Son dos y presentan una forma ovoide. Durante el período fetal se esbozan en la cavidad abdominal para luego descender, llegando a su posición definitiva para finales de ese período. La temperatura en la cavidad abdominal no permite la producción de espermatozoides. Por ello los testículos descienden en el escroto, debajo del pene, entre los muslos. Esta ubicación permite la termoregulación. La falta de descenso de los testiculos se denomina criptorquidia.

Los testículos no sólo producen espermatozoides, sino también hormonas masculinas o andrógenos, que estimulan los órganos sexuales secundarios y generan el desarrollo de los caracteres masculinos extra genitales. Estas hormonas son las responsables de:

• Estimular el crecimiento de la barba, el vello pubiano, y las glándulas sebáceas y la producción de sebo.

• Provocar el aumento de masa muscular en los niños durante la pubertad al aumentar de tamaño las fibras musculares, y un mayor desarrollo de la masa ósea lo que constituye un efecto protector frente a la osteoporosis.

• Agrandar la laringe y aumentar el grosor de las cuerdas vocales, haciendo más grave la voz.

La secreción de testosterona por parte del testículo es indispensable para la definición del sexo masculino en el período fetal.
Estructura testicular

El testículo de un adulto pesa aproximadamente 40 gr. con un diámetro longitudinal de 4 cm.
¿De qué está compuesto?

• La túnica albugínea, una cápsula de tejido conjuntivo grueso de color blanquecino que recubre al testículo por fuera, y envía tabiques hacia el mediastino testicular que dividen a este órgano en aproximadamente 250 lobulillos.

• Cada lobulillo puede contener hasta 4 tubos seminíferos de trayecto tortuoso.

• Los tubos seminíferos, revestidos por el epitelio seminífero que contiene a las células de Sértoli (o de sostén) y a las células espermatogénicas que darán lugar a los espermatozoides, que serán conducidos por estos tubos fuera de la glándula.

• El tejido conjuntivo intersticial, donde las células de Leidig sintetizan y segregan hormonas sexuales masculinas, principalmente testosterona.

• Los tubos seminíferos desembocan y forman el mediastino, una red de conductos laberínticos llamada rete tesis.

• Del extremo superior de la rete tesis parten tubos eferentes del testículo que desembocan en el epidídimo.

Por fuera del testículo Las vías espermáticas extra testiculares son:

• El epidídimo, un tubo de aprox. 5 metros de longitud, sinuosamente formado, que se puede dividir en cabeza, cuerpo y cola. Es un lugar de almacenamiento y maduración de los espermatozoides. Luego de su porción final toma la forma de un tubo más o menos regular llamado conducto deferente.

• El conducto deferente, que junto con vasos y nervios forma el cordón espermático. En su trayecto transporta los espermatozoides hasta un punto donde se produce una evaginación del conducto, llamada vesícula seminal.

• La vesícula seminal elabora líquido seminal, constituido principalmente por fructosa, que actúa como fuente de energía para los espermatozoides.

• La parte terminal común a la vesícula seminal y al conducto deferente se llama conducto eyaculador; recorre la próstata y desemboca en la porción superior de la uretra.

Los espermatozoides y el semen

Los espermatozoides son células móviles muy especializadas cuya función es la de alcanzar el óvulo (célula sexual femenina) y fecundarlo. Están formados por una cabeza y una cola o flagelo móvil. La cabeza tiene una longitud de 4 a 5 um aprox. y contiene al núcleo donde se encuentra alojado el material genético. Los 2/3 anteriores están recubiertos por el acrosoma, una estructura en forma de capuchón que posee las enzimas necesarias para la penetración del óvulo durante la fertilización. El flagelo está constituido por 4 regiones principales:
• cuello,
• cuerpo o pieza intermedia con mitocondrias que le confieren energía para moverse,
• pieza principal,
• pieza terminal constituida por un filamento.



El semen o esperma liberado por eyaculación en un acto sexual es de aproximadamente 3 a 4 ml, y contiene un número variable de espermatozoides suspendidos en líquido seminal. De color es blanco lechoso, está compuesto mayormente por secreciones de las vesículas seminales, de la glándula prostática y, en menor medida, de glándulas bulbouretrales (glándula de Cowper). Contiene fructosa secretada por las vesículas seminales, la cual nutre a los espermatozoides en su carrera por fecundar al óvulo.

El número promedio de espermatozoides en una eyaculación es de 100 millones por ml. Una vez eyaculados los espermatozoides pueden sobrevivir de uno a dos días a temperatura corporal.

Producción de espermatozoides

Se llama espermatogénesis al proceso en el cual las espermatogonias (células germinales inmaduras) se transforman en espermatozoides maduros.

Se produce a lo largo de toda la vida reproductiva, que comienza en promedio a los 13 años en adelante. Diariamente se puede producir un número elevado de espermatozoides, para lo cual las espermatogonias se renuevan a si mismas por división celular. Las espermatogonias son de dos tipos:
• Las tipo A son células indiferenciadas que sufren divisiones sucesivas que dan origen a más células tipo A (células madres) y a células tipo B que son diferenciadas.
• Las células tipo B por división celular (mitosis) dan origen a los espermatocitos primarios.

Estos sufren el proceso de meiosis que consta de dos divisiones, mediante las cuales se reduce el número de cromosomas a la mitad:
• la primer división da origen a los espermatocitos secundarios y dura aproximadamente 20 días;
• la segunda división da lugar a las espermátidas.

La fase final consiste en la diferenciación de la espermátide a espermatozoide maduro, sin que se produzca división celular. Se producen una serie de cambios citológicos que dan como resultado espermatozoides maduros listos para salir a la luz de los tubos seminíferos.

Fuente

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