Placer femenino

¿Es un placer?

Graciela Hierro escribió que el placer es sobrevivencia, vitalidad, autenticidad, risa, alegría, sociabilidad, erotismo y amor, en suma todo lo que constituye el bien vivir.

En contraparte, el displacer es el fracaso del placer, la falla del erotismo. "Falla" que se presenta principalmente en el sector femenino. Según las estadísticas, el 75% de las mujeres están imposibilitadas para llegar al orgasmo a pesar del deseo, la excitación y el placer, en tanto que sólo el 20% de los hombres presentan esta disfunción. No parto de que el orgasmo sea la cima del placer, es sólo un parámetro para abordar las asimetrías del acceso al placer que existe entre mujeres y hombres.

Acceder al placer es más difícil para la mujer que para el hombre, esto tiene su origen en la forma en que hemos sido educadas. Durante toda la vida hemos escuchado que "por naturaleza" el deseo sexual masculino es incontrolable y el femenino más débil, por tanto puede ser reprimido hasta el matrimonio y cuando la "perfecta casada" puede dar rienda suelta a su erotismo, éste le es desconocido o negado.

El displacer

Abordar el tema del placer femenino nos conduce inequívocamente a la contraparte: al placer vedado. Sin lugar a dudas la mutilación genital femenina, operación para inhibir la posibilidad de placer sexual en la mujer, parecería el mayor grado de displacer femenino, sin embargo en las comunidades en las que se práctica esta costumbre es un ritual indispensable para que una niña se considere a sí misma una mujer; por otra parte, no hace falta amputar el clítoris a una mujer para que esté discapacitada para el placer; la religión, la moral y la ignorancia se han encargado de segarlo de raíz, aunque no han podido hacer lo mismo con el deseo. Resulta bien sabido que la humanidad siempre ha sido tentada por lo prohibido, lo que ha dado origen al sentimiento de culpa -quiero pero no debo- uno de los principales fantasmas del placer. Por fortuna es posible corregir el rumbo, al escuchar la voz del cuerpo se pueden acallar las recriminaciones y alcanzar el escurridizo… placer.

"…el matrimonio era eso: una sumisión incondicional a todos los ultrajes íntimos; idea que acabó por aceptar como debían las demás aceptarla, con esa atónita placidez de las esposas mexicanas de ayer, criadas en pleno aislamiento y prestas a acatar todas las autoridades.
¡Y todo para qué, Dios mío!... Para caer vulgar y neciamente en una intempestiva celada del acaso; para entregarse en un inopinado y formidable despertar de organismo hipócrita".

Pascual Aguilera, "Amado Nervo" (Fragmento).

La anticoncepción parió el placer

Por siglos se nos vendió la idea de que lo natural para el hombre es gozar y para la mujer procrear. Es claro que las mujeres ya no están tan dispuestas a seguir comprando tan desventajoso principio. La anticoncepción fortaleció la posición de las mujeres en el área sexual, liberadas del temor al embarazo no deseado, las féminas sucumbieron al placer. El dominio de su cuerpo otorgó a la mujer el poder de exigir placer en sus relaciones sexuales, lo cual obligó al varón a ocuparse, por primera vez, de la satisfacción de su compañera sexual.

El placer es de quien lo trabaja

El acceso al placer no ha sido gratuito para la mujer. Siglos de castraciones mentales, de uso de artículos tan denigrantes como el cinturón de castidad o la sábana matrimonial, de opresión social, y de otras tantas cargas físicas y morales han tenido que ser superados (y sufridos) para que la mujer de hoy pueda acceder a un derecho tan elemental. Lamentablemente, parece ser que aún falta mucho para que esa libertad que gozan algunas alcance a la mayoría. Todavía nos encontramos inmers@s en la desinformación y la ignorancia sexual, y prueba de ello lo constituye el hecho de seguir considerando los temas sexuales como tabúes. Al creer en mitos y practicar costumbres añejas sin preocuparnos por investigar su trasfondo, contagiamos la ignorancia que nos ha sido transmitida a las nuevas generaciones y contribuimos a mantenernos así: ignorantes y condenad@s a repetir los mismos errores. Es necesario tomar acciones para cambiar este panorama, descubrir lo que se nos ha ocultado y redescubrir lo que nuestro cuerpo sabiamente nos ha querido enseñar desde que somos niñ@s, porque sin duda alguna, no existe nadie más indicado para decirnos qué es lo que necesita nuestro cuerpo que el cuerpo mismo. El secreto está en escucharlo y saber interpretar su "lenguaje", para lo cual no sólo necesitamos informarnos y educarnos, sino también darnos el tiempo y la tranquilidad para poder hacerlo.

Los psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn autores del concepto "Inteligencia Sexual" sostienen que el camino hacia la satisfacción sexual estriba no en las técnicas de los libros de sexualidad sino en desarrollar la Inteligencia Sexual: habilidad que las personas pueden adquirir, desarrollar y dominar y que se basa en 3 principios fundamentales:

1. Tener información científica precisa acerca de la sexualidad humana para despejar las mentiras que sobre ella recaen, gran parte de nuestros conocimientos sexuales están basados en datos erróneos.

2. Liberados de las mentiras del sexo se puede acceder al yo sexual, la voz interna que nos revela aquello que nos excita, lo que preferimos o lo que nos plantea dificultad.

3. Mantener una vida sexual enriquecedora implica a otras personas, por lo tanto el tercer punto recae en la capacidad de hablar con la pareja sobre la vida sexual y comprender el yo erótico del amante.

Tod@s a favor del placer

El pasado mes de enero se actualizó la Norma Oficial Mexicana de Servicios de Planificación Familiar que incorpora nuevos métodos para las mujeres a favor del control de su fecundidad: La Anticoncepción de Emergencia y el Condón Femenino, pese a la amenaza de excomunión a las usuarias y a la controversia provocada por las mentiras de grupos conservadores, la ciudadanía expresó su apoyo a estas alternativas anticonceptivas. Asimismo, l@s jóvenes ratifican su derecho a ejercer su sexualidad de manera libre y responsable a través de la "Cartilla Nacional de Derechos Sexuales de las y los jóvenes" en donde establecen en el inciso II que: El disfrute pleno de mi sexualidad es fundamental para mi salud y bienestar físico, mental y social.

Basada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en diversos instrumentos internacionales, la Cartilla en su artículo dos establece EL DERECHO A EJERCER Y DISFRUTAR PLENAMENTE MI VIDA SEXUAL.

Tengo derecho a vivir cualquier experiencia o expresión sexual o erótica que yo elija, siempre que sea lícita, como práctica de una vida emocional y sexual plena y saludable.
Nadie puede presionarme, discriminarme, inducirme al remordimiento o castigarme por ejercer o no actividades relacionadas con el disfrute de mi cuerpo y mi vida sexual.

Cada vez más personas se manifiestan en pro de los derechos sexuales a favor del placer, porque entablar relaciones eróticas placenteras contribuye al bienestar no sólo personal sino social y las mujeres tenemos la OBLIGACIÓN de contribuir con nuestro granito de placer.

Por Irma Remedio Pérez Varela / periodista y sexóloga
Fuente sexualidadonline