La verdades y las mentiras sobre el cáncer
lunes, 11 de octubre de 2010
Las antenas de telefonía no aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer, los sujetadores con varillas no pueden producir cáncer de mama y los vaqueros muy ajustados no causan cáncer de próstata o testículo. Existen multitud de teorías falsas en torno a esta grave patología.
En la actualidad se producen 12 millones de casos nuevos de cáncer al año en el mundo. Además, 7,5 millones de personas fallecen al año a causa de esta enfermedad (20.000 muertes diarias).
Para el año 2030 se calcula que se producirán 27 millones de casos nuevos al año, y 17 millones de fallecidos, el 60 por ciento de ellos, en países en vías de desarrollo. En el caso de España, el cáncer es la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares. Con una prevalencia de 1.500.000 personas se trata de un problema de salud prioritario.
El tumor más prevalente de forma global es el de mama seguido del colorrectal y próstata. En los últimos años, se ha logrado alargar la vida de los pacientes que padecen determinados tipos de cáncer, mientras que en otros como es el caso del cáncer de pulmón, todavía no se ha conseguido. En concreto, el 45 por ciento de los hombres y el 55 por ciento de las mujeres que se diagnostican de cáncer se curan, pero en aquellos casos en los que no es posible, se quiere mantener una buena calidad de vida.
“El envejecimiento de la población y la mayor supervivencia de los enfermos de cáncer, han supuesto un aumento significativo del número de pacientes con esta patología. A pesar de que cada año su incidencia aumenta en nuestro país, también disminuye su mortalidad, lo cual refleja los avances en el diagnóstico precoz y el tratamiento”, asegura el doctor Emilio Alba, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Málaga.
Pero el cáncer es mucho más que cifras. Es una realidad que engloba multitud de aspectos, y no todos son conocidos con exactitud por la sociedad. De ahí que a lo largo de los años hayan aparecido mitos o creencias erróneas en torno a esta enfermedad. A este respecto, expertos como el doctor Alba tratan de aclarar algunas de estas dudas con el fin de que la sociedad pueda enfrentarse al cáncer con la actitud necesaria.
Realidades en torno al cáncer
Las niñas que pesan mucho al nacer, las mujeres que tienen una menstruación temprana, las que toman píldoras anticonceptivas o las que han sido madre con más de 35 años tienen más probabilidades de poder desarrollar un cáncer de mama. Estas son algunas de las realidades que giran en torno al cáncer y que el doctor Emilio Alba, aclaró en el marco del II Seminario de Periodistas “Curar y Cuidar en Oncología”, celebrado recientemente en colaboración con MSD.
En concreto, este experto explicó que no se conoce la razón por la que las niñas nacen con mucho peso son más propensas a desarrollar este tipo de tumor, aunque es algo que está demostrado. Sin embargo, si que aclaró que el aumento de la incidencia del cáncer de mama en los últimos años se debe al adelantamiento de la edad media de la primera regla, de los 15 a los 12 años de media, y al retraso en la edad en la que las mujeres tienen su primer embarazo.
Y es que, "las primeras células cancerígenas aparecen entre la primera regla y el primer embarazo; si antes la primera regla era a los 15 años y el primer embarazo en torno a los 20, sólo había cinco años en los que podía aparecer esa célula". "Ahora, sin embargo, se ha adelantado la menarquía a los 12 años y el primer hijo no llega hasta los 30, por lo que se multiplica el riesgo casi por cuatro. Aunque el cáncer se desarrolle mucho más tarde, después del primer embarazo esa primera célula no aparece porque, en ese punto, las células dejan de diferenciarse y se impide biológicamente la aparición del cáncer, esa es la razón por la que ha aumentado la incidencia", añadió.
Respecto al uso de anticonceptivos orales, el doctor Alba explicó que está demostrado que su uso, si bien no aumenta el riesgo de padecer cáncer de útero, sí que incrementa de forma "muy moderada" el riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero sólo durante el periodo en el que se consumen. No obstante, añadió, la mayoría de las mujeres que utilizan este método son jóvenes y tienen ya de por sí un riesgo muy bajo de desarrollar este tipo de tumores.
Por otro lado, y en relación al hecho de que las mujeres asiáticas tengan menos cáncer de mama, Alba afirmó que esto se debe, fundamentalmente, a la alimentación. Las asiáticas tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) diferente, es inferior, lo que hace que tengan un menor riesgo de desarrollar un tumor mamario.
Asimismo, respecto al controvertido tema de qué puede provocar el desarrollo de un tumor, este experto afirmó que calentar la comida en un recipiente de plástico en el microondas sí que incrementa el riesgo de padecer cáncer, cuestión que los científicos relacionan con ciertos agentes químicos, como los bisfenoles, y con los disruptores hormonales, pero que "todavía se están estudiando si tienen una relación clara", matiza el presidente de la SEOM.
Falsos mitos
En cambio, hay algunos mitos que son falsos, como por ejemplo, que las antenas de telefonía aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer; que los sujetadores con varillas pueden producir cáncer de mama o que los vaqueros muy ajustados pueden producir cáncer de próstata o testículo. “No hay evidencia de que factores físicos como éstos tengan algo que ver con el desarrollo de un tumor”, aclaró a este respecto.
“Las falsas creencias cambian a lo largo del tiempo. Un ejemplo claro es que en verano se habla más del melanoma y de cáncer de piel y el resto del año parece que esta enfermedad no existe. Lo que sí cabe destacar es que el cáncer de piel es diferente entre las personas que toman el sol en la playa y el cáncer de piel que pueden desarrollar los agricultores o pescadores”, aseguró el doctor Alba.
"Los agricultores y los pescadores han tomado siempre el sol y la radiación ultravioleta tomada así puede dar lugar, como mucho, a cánceres de piel de tipo escamoso, que se solventan con una pequeña cirugía". Sin embargo, dijo este experto, ahora la gente se expone de forma masiva al sol en las playas durante uno o dos meses y el resto del año prácticamente no toma el sol; ésta es una gran cantidad de radiación concentrada en muy poco tiempo que, sumada a la posterior ausencia de exposición al sol sí que puede dar lugar a un melanoma mucho más agresivo".
Por otra parte, el presidente de la SEOM afirmó que los temas de nutrición y cáncer también son recurrentes en el tiempo, y muy dados a originar mitos: así, hace unos años se hablaba mucho de los poderes anticancerígenos de la soja o del té verde y ahora el anticancerígeno natural por excelencia son las Bayas del Goji cuando ninguno de ellos está científicamente contrastado. Asimismo, incluso se llegó a decir que la dieta castellano-leonesa, basada en una comida más picante y contundente, incrementaba el riesgo de padecer cáncer de colon, algo totalmente falso. Al igual que es incierto que las personas con cáncer no deban comer azúcar porque hace que la enfermedad avance más rápidamente.
Respecto a la metástasis, este experto quiso aclarar que si a un paciente le diagnostican metástasis, éste tiene menos posibilidades de curarse, pero eso no implica la muerte. “En la mayoría de los tumores sólidos la aparición de metástasis implica que estamos ante una enfermedad crónica, la curación no es posible, aunque eso no implica que vayan a fallecer de inmediato”, aclaró Alba. También es falso que si padeces depresión tras ser diagnosticado de cáncer tienes menos probabilidades de curarte. Lo que sí es cierto es que una actitud optimista te puede ayudar a llevar mejor el tratamiento.
Las náuseas y los vómitos tras la quimioterapia: verdades y mentiras
Por otro lado, la doctora Yolanda Escobar, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón en Madrid y ponente en el seminario, es una de las autoras que ha adaptado el manual de preguntas y respuestas: “Mitos y realidades de la quimioterapia: Náuseas y vómitos tras la quimioterapia” al castellano. Y es que, las nauseas y los vómitos constituyen el efecto secundario más molesto del paciente oncológico y, existen muchas afirmaciones que son erróneas sobre este aspecto del tratamiento. Y la consecuencia más grave para el oncólogo es que el paciente decida abandonar el tratamiento.
En su opinión, esta guía “aporta una información sencilla y asequible para los pacientes, de forma que puedan entender algunos de los efectos secundarios de la quimioterapia; además, aclara conceptos, elimina falsas impresiones y aporta recursos para poder colaborar ellos mismos en el manejo de los síntomas, lo cual incrementa la sensación de control y, en definitiva, el bienestar y la calidad de vida durante la dura etapa de la quimioterapia”.
Cuando se informa a los pacientes de los posibles efectos adversos del tratamiento de quimioterapia necesariamente se aborda la cuestión de la emesis, o lo que es lo mismo de los vómitos, pero en opinión de esta experta no se explica lo suficiente, “de forma que el paciente no sabe qué puede esperar, durante cuánto tiempo lo tendrá y qué debe hacer si aparecen náuseas o vómitos en su casa; de hecho, la emesis tardía es el aspecto más olvidado de la información porque transcurre demasiado tiempo entre su aparición y la siguiente visita médica”.
Por ello, esta experta quiso dejar muy claro que “los fármacos antieméticos permiten controlar las náuseas y los vómitos”, y como se pone de manifiesto en el manual, no hay que preocuparse si se precisan antieméticos durante la quimioterapia y de nuevo en casa, porque ocurre con bastante frecuencia. Por ello, es falsa la creencia que existe de que las nauseas y los vómitos son inevitables tras la quimioterapia.
Además, la doctora Escobar aseguró que “es importante tener en cuenta que no todos los pacientes que requieren de quimioterapia sufren estos efectos secundarios, pues su aparición depende del tipo de fármacos usados y sus combinaciones, así como de su dosis y forma de administración; hay también factores relacionados con la propia paciente (antecedentes, hábitos y personalidad); y por supuesto, depende del establecimiento por parte del médico de una buena profilaxis farmacológica para la emesis predecible”.
Otras creencias erróneas en torno a la quimioterapia es que la presencia de nauseas y vómitos sean un indicador de la que el tratamiento está funcionando, o que si no se vomita el primer día ya no se vomita después. También es falso que los vómitos dependan de la alimentación, aunque sí es cierto que la quimioterapia puede causar alteraciones del gusto y del olfato.
"El cáncer no es sinónimo de muerte"
El mito por excelencia que ha rodeado siempre a esta enfermedad es que el cáncer es sinónimo de muerte y aunque está aumentando cada vez más el número de supervivientes, en la sociedad sigue permaneciendo la idea de que se trata de una enfermedad que lleva irremediablemente a la muerte. “La realidad es bien distinta porque somos muchos los que sobrevivimos al cáncer y lo hacemos gracias a la medicina como fruto de la investigación y de la evidencia científica”, explicó Begoña Barragán, superviviente de un cáncer y presidenta de la Asociación Española de Afectados por Linfomas, Mielomas y Leucemias (AEAL).
“Ahora los pacientes vivimos de forma diferente nuestra enfermedad y la relación con el médico. Cada vez más demandamos información, queremos saber qué pruebas nos van a realizar y, sobre todo, si nos van a doler. Queremos saber qué tratamientos existen y qué efectos secundarios nos pueden producir, también qué posibilidades existen de curación o de recaída y si se podrá recibir nuevos tratamientos, aunque estén en fase experimental”. En su opinión, “cuando la supervivencia va en aumento necesitamos saber a qué efectos secundarios podemos enfrentarnos a largo plazo”.
A este respecto, el doctor Alba aseguró que “los pacientes son atendidos en todo el proceso de su enfermedad. El 80 por ciento de las mujeres que han sufrido cáncer de mama, son supervivientes y pueden presentar patologías asociadas como problemas óseos, cognitivos, de memoria, de comprensión, o de fertilidad. Pero, sin duda, el mayor temor que hay en estos casos son las segundas neoplasias o metástasis. Los largos supervivientes tienen que llevar un correcto estilo de vida, hacer ejercicio físico moderado y vigilar su sistema cardiovascular”.
La necesidad de recibir información del paciente con cáncer empieza con el diagnóstico y no termina nunca porque siempre aparecen nuevas inquietudes que necesitan respuesta. Sin embargo, Begoña Barragán explica que “los profesionales tienen que explicarnos una gran cantidad de cosas en un corto período de tiempo, la consulta no da para mucho, y no siempre tienen formación en cómo comunicarse adecuadamente con el paciente”.
“El resultado de todo esto es que los pacientes habitualmente salimos de la consulta con muy poca información, de todo lo que nos han dicho sólo nos quedarnos con que tenemos cáncer y con que nos pondrán quimioterapia o nos harán una intervención quirúrgica; por eso aspectos tan importantes como las diferentes alternativas, los efectos secundarios, la calidad de vida durante y después de los tratamientos y un sinfín de dudas e inquietudes que nos asaltan se quedan sin resolver”, añade Begoña, que concluye que “la realidad de todo esto es que los pacientes con cáncer vivimos con miedo”. Éste es uno de los siguientes objetivos a superar en los próximos años.
Fuente saludalia.
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