La necesidad de dormir y tener un buen descanso es algo común a todos los seres humanos. En un afán por hacer más cosas a lo largo del día algunas personas, sin embargo, deciden resignar horas de descanso para sentirse un poco más vivos. Las consecuencias de esta decisión son casi instantáneas y se traducen en una sensación de cansancio crónico, enrojecimiento en los ojos, fatiga mental y falta de energía.
Recientes estudios científicos demostraron que todas las personas deberían dormir —como mínimo— entre 7 y 8 horas al día. El promedio de horas de descanso en la mayoría de la población, sin embargo, todavía está alejado de esta cifra (con solo seis horas y media). Si bien muchas personas no tienen la posibilidad de agregar horas de sueño por la noche, puede ser una buena idea incorporar una siesta de un par de horas por la tarde o al acercarse la noche (cuando cae el sol).
Tener un buen descanso es una de las claves para gozar de buena salud (hay evidencia científica que asocia un mínimo de 7 horas y media de descanso al día con una mayor longevidad en distintos grupos poblacionales). Si queremos asegurarnos de disfrutar de un buen reposo por las noches es necesario, de todas maneras, atender otros factores que también tienen incidencia en ello. Es importante hacer ejercicio todos los días (lo que nos hará sentir “cansados” al final del día, con una buena disposición para ir a la cama), comer sano y con moderación, no tomar medicamentos que alteren el ciclo del sueño y pasar bastante tiempo al aire libre (si salimos por la tarde cuando el sol es muy intenso se recomienda usar algún tipo de protección con filtro de rayos).
Fuente: blogdefarmacia.com
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