El método pilates se ha instalado en muchos centros de estética y gimnasios. Especialistas médicos y fisioterapeutas recomiendan estos ejercicios, ya que aportan beneficios al cuerpo y a la mente.
Por lo general, se piensa que pilates es un sistema que combate la celulitis o que moldea los cuerpos, cuando en realidad su objetivo es más profundo. Como característica principal, oxigena los músculos y logra que la persona tome conciencia de sus articulaciones. Este sistema relaja y fortalece el cuerpo y la mente, y debe ser contemplado como un método que necesita seriedad y profesionalidad por parte de la persona que lo enseña.
Pilates es una actividad anaeróbica, es decir, no trabaja a nivel cardiorrespiratorio, como el caso del aeróbic o el spinning, por lo tanto no se queman calorías. Es recomendable practicar los ejercicios con un instructor, que nos marque cuáles son las posturas y posiciones correctas, así como la forma de respirar en cada posición.
Beneficios que aporta este sistema
Veamos en forma resumida que ventajas aporta el practicar este método:
Mediante la respiración el cuerpo se relaja, permitiendo con ello eliminar el estrés y las tensiones.
Tonifica el cuerpo sin aumentar el volumen muscular.
Aumenta la flexibilidad, la agilidad y el sentido del equilibrio.
Corrige y mejora los hábitos posturales incorrectos.
A través de la integración cuerpo y mente, aumenta el autoestima.
Previene y rehabilita lesiones del sistema esquelético y muscular.
El cuerpo adquiere una mejor forma y se moldea.
Podrás realizar tus tareas cotidianas con mayor facilidad, ya que ganarás destreza física.
Para que comiences a interiorizarte sobre este método, te enseñamos algunas posiciones que podrás realizar con tu profesor:
Acuéstate en el piso con la pierna derecha extendida, sin apoyarla en el suelo. De esta manera, te permitirá contraer la musculatura abdominal y de glúteos. Toma la otra pierna y ejerce presión hacia el tronco durante 3 minutos.
Acuéstate con las piernas elevadas y los brazos extendidos, mueve los brazos enérgicamente hacia arriba y hacia abajo, con la columna apoyada en el piso y los glúteos contraídos durante 3 minutos.
Fuente: emmblog.com
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