En la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud, en el año 1977, quedó establecida una política de salud aceptada por la gran mayoría de los países del mundo, denominada “Salud para todos en el año 2000”. En 1978, en la conferencia internacional realizada en la ciudad de Alma Ata, se le dio prioridad y reconocimiento conceptual a la llamada “Atención primaria de salud” (APS), como la estrategia específica y necesaria para llevar a cabo dicha política.
Se entiende a la APS como una estrategia que impregna todo el sistema; esto es, que el sistema de salud debe construirse y funcionar basado en ella. Significa además, que cada componente del sistema conoce a los otros, sus funciones, las vías de comunicación y circulación de los pacientes. Ello implica una red de establecimientos interconectados por claros procedimientos de referencia y transmisión pertinente que orienten la circulación interna de las personas.
Desde esta perspectiva, ningún nivel de atención es más importante que el otro y cada uno de ellos tiene un rol que jugar para la promoción, prevención, curación o rehabilitación de los problemas de salud de la comunidad.
Un sistema de salud basado en la APS está conformado por un conjunto de elementos estructurales y funcionales que deben garantizar una cobertura universal, el acceso a servicios aceptables para la población y que promuevan la equidad.
Sus valores fundamentales son el derecho al nivel de salud más alto posible, la equidad en salud y la solidaridad.
Fuente blogdefarmacia.com
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