¿Mareos frecuentes? Quizá sea un problema en el oído
martes, 6 de septiembre de 2011
Probablemente te ha pasado. Estás acostado en la cama, y al levantarte, sientes un mareo. Si esto te ocurre con mucha frecuencia y también te sucede cuando mueves la cabeza hacia los costados o hacia arriba, es probable que estés frente un caso de Síndrome Vestibular Benigno.
"Como su nombre lo indica, el síndrome vestibular es una condición benigna, esto quiere decir que nadie va a morir como consecuencia de ella. Lo que ocurre es que el desarrollo de los mareos hace que se vuelva sumamente molesta", explica el doctor Jorge Luis de las Casas, médico neurólogo, especialista en enfermedades extrapiramidales, Parkinson y movimientos anormales, e integrante del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA).
Se trata de una condición en la cual, por desarreglos generados en el oído interno, los pacientes experimentan mareos breves pero intensos cuando realizan algún tipo de movimiento. Por ejemplo, al levantase de la cama, acostarse, girar la cabeza para un lado o para el otro, tanto acostado como de pie, agacharse, peinarse o levantar la cabeza.
Al comienzo parece que se tratara de un bajón de presión. Sin embargo, el síndrome vestibular benigno, también conocido como síndrome vertiginoso, es algo más.
¿Por qué los mareos?
Esta condición neurológica se desarrolla cuando por alguna razón -por lo general algún traumatismo- las "piedritas" que se encuentran en el oído interno se desacomodan y provocan esa sensación súbita de vértigo.
"Si bien a priori esta patología puede asociarse con algún traumatismo o una situación de esfuerzo o de exposición del oído, lo cierto es que aún no se sabe por qué se producen los episodios, y tampoco por qué razón son recidivantes, es decir que vuelven a desarrollarse meses o años después del primer episodio", comenta De las Casas.
El síndrome vestibular benigno afecta a mujeres y hombres de todas las edades, aunque suele desarrollarse en los adultos.
El tratamiento
"Lo primero que hay que aclararle al paciente es que se trata de una condición que no va a generarle daños -inclusive no registra asociación con trastornos permanentes del oído o con las dificultades auditivas- y que lo más conveniente ante su desarrollo es tratar de guardar reposo y concurrir al especialista, quien será el encargado de realizar lo que nosotros denominamos 'maniobras'. Éstos son ejercicios que, realizados por un profesional, contribuyen a restituir el orden de aquellos elementos que alteraron su posición dentro del oído", refirió el especialista.
Estos ejercicios -una suerte de kinesiología para el oído- suelen realizarse en el momento de la aparición de los mareos, pero también a posteriori, concurriendo el paciente al lugar indicado para poder cumplir con las sesiones.
También existe la posibilidad de que el paciente continúe realizando los ejercicios de manera particular, o bien que los tenga -algunos médicos entregan al paciente una suerte de guía- para poder actuar en caso que los mareos se desarrollen en algún sitio en donde no exista la posibilidad de acudir rápidamente a un médico.
Llegando al diagnóstico
"Aunque con las maniobras el cuadro suele manejarse, es importante pedirle al paciente una serie de estudios, sobre todo cuando se desarrolla el primer episodio. Por empezar, una resonancia magnética que nos permitirá descartar cualquier otra situación. También puede solicitarse la realización de estudios más precisos destinados a evaluar la existencia de algún problema puntual en el oído. Finalmente, no debemos descartar un análisis más profundo del paciente en cuanto a lo emocional: ¿cómo está?, ¿Se encuentra atravesando una situación estresante?, ¿Lo hizo hace algún tiempo?, ¿Experimentó algún cambio en cuanto a sus hábitos -alimentación, sueño- en los últimos tiempos? Todas esas son preguntas que no deben faltar en la consulta", esgrimió el Dr. de las Casas.
Por último, al ser consultado con respecto a la ingesta de medicamentos, el especialista concluyó: "En el primer momento suele recurrirse a un agente antivertiginoso, más que nada para evitar las náuseas y las molestias provocadas por el mareo. De esta forma, entonces, lo que se intenta es controlar el síntoma. Sin embargo, una vez realizadas las maniobras y cuando la intensidad y frecuencia de los mareos va mermando, es recomendable interrumpir la medicación, dado que la única forma de evitar los episodios es cumpliendo con la rehabilitación vestibular".
Fuente: salud.aollatino.com
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