A pesar de que el sentido común nos aconsejaría discontinuar la práctica de actividad física en casos de artritis, lo cierto es que lo contrario resulta verdadero: hacer ejercicio ayuda a reducir el dolor articular en esta afección.
La artritis, que afecta en su mayor parte a personas que ingresan a la tercera edad, se caracteriza por un fuerte dolor articular que puede ocasionar serios impedimentos a la hora de realizar distintas tareas.
En un reciente estudio dirigido por la Feinberg School of Medicine, de Chicago, quedó demostrado que la práctica de actividad física en niveles de exigencia medianos es beneficios para aliviar el dolor de la artritis. Uno de los hallazgos más sorprendentes fue que la práctica de deporte suave y la actividad física también podrían ayudar a prevenir la inmovilidad cada vez mayor que afecta a un paciente con artritis. Por esta razón el sedentarismo es algo que, en vez de estar aconsejado, está contraindicado.
La cantidad de ejercicio que se le recomienda a las personas que sufren de artritis es de un mínimo de dos horas y media a la semana (lo mejor es distribuirlo en unos 20 minutos al día). Para una persona con artritis algunos ejercicios de actividad física están más indicados que otros. Por ejemplo, se recomiendan especialmente las actividades con muy bajo impacto a nivel articular. Dos de los ejemplos que se citan más a menudo son los de la natación o el andar en bicicleta. Es importante, en este tipo de cuadros con dolor articular, prevenir las sobrecargas físicas en puntos del cuerpo que pueden ser más o menos frágiles por la misma enfermedad (por ello hay que tener especial cuidado con las articulaciones de los codos y las rodillas, dado que no pueden resistir las mismas presiones que otras articulaciones de mayor tamaño en el cuerpo).
Fuente: blogdefarmacia.com
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