Deshidratación en niños

domingo, 31 de marzo de 2013

La mayoría de las deshidrataciones son causadas por infecciones virales.
   
Los efectos de la deshidratación en un bebé o un niño pueden ser graves.

    La administración adecuada de fluidos suele ser suficiente para asegurar la recuperación completa de los niños con deshidratación.

¿Qué es la deshidratación?

La deshidratación se produce cuando existe una pérdida de líquidos que impide el funcionamiento adecuado del cuerpo.

¿Por qué se produce la deshidratación?

La deshidratación puede ocurrir en bebés y niños por diversas razones.

Puede ser causada por vómitos, diarrea, sudoración excesiva, o por una combinación de alguna de estas condiciones.

La exposición prolongada a altas temperaturas, a una radiación solar directa y a una humedad alta o el ejercicio físico, sin suficiente descanso y fluidos puede producir una sudoración excesiva que desencadene deshidratación.

Ciertas enfermedades como la fibrosis quística o la enfermedad celíaca, que afectan a la absorción de los alimentos, pueden causar deshidratación.

La deshidratación es más probable que ocurra en bebés y niños pequeños que en niños mayores o en adultos debido a que los cuerpos pequeños son capaces de almacenar menos fluido y de perderlo más rápidamente. Además, los niños tienen un área de superficie corporal mayor en relación con su peso que un adulto, lo que significa que el riesgo de deshidratación de un niño es mayor que en un adulto.

¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación?

Algunos de los síntomas que indican deshidratación en niños son:

    ojos hundidos.
    disminución de la frecuencia de micción (pañales secos).
    puntos hundidos en la zona de la fontanelas de la cabeza.
    ausencia de lágrima al llorar.
    boca seca y/o pegajosa.
    disminución de la actividad física.
    mayor irritabilidad.

La sed no es uno de los primeros signos de deshidratación. Cuando aparece la sensación de sed, el niño ya ha perdido un 2% de su peso corporal.

Es importante estar atento a estos síntomas asociados a una pérdida excesiva de líquidos por vómitos o diarrea, o si el niño se niega a comer o beber.

¿Cuáles son los efectos de la deshidratación?

Los efectos de la deshidratación pueden ser serios, y en ocasiones incluso fatales, ya que pueden desencadenar convulsiones, insuficiencia renal, coma e incluso la muerte.

¿Qué hacer en caso de deshidratación de un niño?

En caso de deshidratación se deben reemplazar los líquidos corporales a niveles normales. Cómo se restauren estos líquidos va a depender de la edad del niño y de la causa que ha provocado la deshidratación.

Una de las formas más comunes de deshidratación en los niños es la que se produce como consecuencia de los vómitos y las diarreas que causan las infecciones virales. En este caso la primera medida que se debe adoptar es garantizar un aporte adecuado de líquidos para reponer los que se hayan podido perder como consecuencia de la infección.

Existen muchos productos en el mercado con los que se pueden reponer los líquidos perdidos y que están diseñados para reemplazar no solamente los líquidos sino también azúcares y electrolitos. Su médico le asesorará sobre el producto más adecuado en cada caso.

Las bebidas deportivas o los zumos no son una buena opción, ya que en realidad pueden hacer que el niño empeore. El alto contenido en azúcar de las bebidas deportivas, zumos o refrescos pueden causar una diarrea más severa, y un aumento de la deshidratación del niño.

El niño debe dar pequeños sorbos cada pocos minutos, y aunque parezca que vomita todo lo que se le da, generalmente siempre consigue retener una pequeña cantidad de líquidos.
Dar trocitos de hielo pueden ser una buena opción para los niños que no pueden beber sin vomitar.

Si el niño está siendo amamantado, puede continuar con la lactancia durante la enfermedad.


¿Cómo prevenir la deshidratación en los niños?

La mejor forma de prevenir la deshidratación es evitar que se produzca.

Es importante ofrecer al niño líquidos y mantenerlo fresco. Con la práctica de deporte o ejercicio y en los días cálidos, el niño tiene que beber más de lo habitual.

La causa más común de deshidratación en los niños son los vómitos y la diarrea asociada con ciertos tipos de virus o infecciones. Durante la enfermedad ofrézcale líquidos adicionales, ya que el niño necesita reponer los líquidos perdidos.
Es importante mantener un registro con la frecuencia con la que el niños orina. Si está orinando menos de lo normal o su orina es más oscura, es importante darle líquidos.

¿Qué debo hacer si sospecho bebé está deshidratado?

La deshidratación leve se puede tratar en casa, pero siempre se debe consultar a un médico en caso de que los signos de deshidratación no remitan o empeoren.

Si un niño tiene signos leves de deshidratación, puede ser rehidratado en casa con fluidos. Sin embargo, si la deshidratación va de moderada a severa puede requerir la intervención médica para restituir los líquidos perdidos por vía intravenosa.

Via salud-ninos.euroresidentes.

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