Tengamos 25 años o tengamos 75 años, siempre es un buen momento para pensar en las mejores maneras para mantener nuestra mente sana. Las personas con mentes fuertes viven una vida más rica y más plena. En el artículo de hoy vamos a ver cómo podemos mantener nuestra mente sana a lo largo del tiempo con diferentes consejos de trabajo mental, físico y nutricional.
Mantener la mente activa nos va ayudar a prevenir que nuestro cerebro se atrofie al igual que se atrofian los músculos. Si bien no perdemos la capacidad de aprendizaje, con el tiempo perdemos al inquietud por aprender. Realizar crucigramas estimula nuestra mente, leer, realizar puzles que desarrollen nuestras capacidades espaciales, resolver rompecabezas, anagramas o problemas de lógica nos mantienen mentalmente activo, y evitan que entremos en una zona de confort donde nuestro cerebro no se esfuerza por mejorar.
Aprender y experimentar cosas nuevas es una de las maneras más exitosas de desafiar a nuestro cerebro. Yendo más allá en el día a día, podemos plantearnos aprender un nuevo idioma, recibir clases de música para aprender a tocar un instrumento, e incluso intentar aprender a escribir con la mano contraria a la que lo hacemos normalmente. Un reto, un objetivo, etc., en definitiva, una forma de hacer mejorar y progresar a nuestro cerebro.
Pero no debemos olvidar el ejercicio físico. Si bien la lectura y el estudio nos puede ayudar a mejorar intelectualmente, el ejercicio físico proporciona las herramientas para que ese conocimiento se asiente y se mantenga a lo largo del tiempo. Debemos mantener activos, de una forma más seria o más amateur, pero de forma continuada. Sea paseando al perro durante una hora cada día, sea tomando clases de baile, nadando, dando paseos en bicicleta o caminando con un ritmo alegre, toda actividad física va a ser positiva.
Comer de forma saludable facilita que el trabajo físico y el trabajo intelectual cumpla con su cometido. Los nutrientes sirven de punto de anclaje para el desarrollo cerebral. Los antioxidantes pueden mejorar nuestra capacidad de resolución de problemas y la memoria, el pescado azul, especialmente el consumo de salmón, cuya grasa esencial y beneficiosa sirve de estructura, de forjado para que las neuronas se asiente y perduren a lo largo del tiempo. Las frutas y verduras junto con el aceite de oliva nos aportan vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestra memoria y de nuestra capacidad de aprendizaje.
El estrés puede ser arma de doble filo. Controlar las emociones, la meditación la respiración de forma profunda y relajante, los propios ejercicios de relajación nos ayudarán a controlar el estrés y a poder enfocarlo de forma que nos resulte beneficioso. Una actitud positiva nos ayudará a vivir con menos estrés y a apreciar cada una de las metas que cada día vamos consiguiendo. Dormir lo suficiente y dormir bien contribuye a la reducción de los niveles de estrés.
Mantenernos activos mental y físicamente, enfrentarnos positivamente al día a día y ponernos metas reales y alcanzables resume cuales tienen que ser nuestras prioridades si queremos mantener nuestra mente sana a lo largo de nuestra vida.
Via saludyvidasana.es
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