Hay ciertos determinantes de salud que están fuera de tu control, como tu genética y biología, al igual que otros factores socioeconómicos y tu acceso a cuidados médicos de alta calidad.
Por otro lado, cada una tiene una definición propia de “buena salud” -- y cada una tiene su manera de alcanzarla. Tu versión puede incluir mucho yoga y una dieta vegetariana; mientras que tu amiga puede centrarse en tomar vitaminas a diario. Sin embargo, existen comportamientos individuales que ayudan a mejorar y mantener la salud de la mujer, hábitos que tienen un impacto directo en nuestro cuerpo y mente.
HÁBITO 1:Ten un plan de chequeos médicos. ¿Debo hacerme ese chequeo? ¿Por qué? ¿Cuándo? Los chequeos son una ciencia inexacta. Las mujeres saludables analizan sus opciones y realizan un plan de chequeos médicos correcto para ellas con (y esto es clave) un equipo de expertos calificados en los que ellas confían.
HÁBITO 2:Conoce tu cuerpo. Ni un médico puede conocer tu cuerpo tan bien como tú. Las mujeres saludables están en sintonía con sus cuerpos y saben cuándo algo está mal. Ellas se hacen auto exámenes mamarios, llevan control de sus ciclos menstruales, saben dónde están sus lunares (y si éstos cambian) y prestan atención a otros síntomas inusuales.
HÁBITO 3:Toma los medicamentos enserio. La investigación sugiere que cuando se trata de tomar medicamentos, las mujeres somos peores que los hombres. En un estudio, un tercio de las mujeres dejó de tomar un medicamento por una enfermedad crónica o una condición médica seria, por una variedad de razones: altos costos, se olvidaron o la confusión de cómo tomarla, por nombrar algunas. Las mujeres saludables comprenden que no ser cuidadosas con la medicación puede llevar a otros problemas serios.
HÁBITO 4:Dormir bien es una prioridad. La lista de razones por las que el sueño es importante es larga y variada, pero el punto es que es una necesidad humana básica. En general las mujeres no duermen lo suficiente: una encuesta a mujeres encontró que casi 3 de 10 tiene una “buena noche de sueño” solo un par de noches al mes o menos. Pero las mujeres saludables saben que dormir bien, y asegurar una alta calidad de descanso (que no sea interrumpida por celulares, por ejemplo), es un factor crítico a la hora de mantener un cuerpo y mente sanos y hacen todo lo posible por descansar lo necesario.
HÁBITO 5:Disfruta el sexo—con tu pareja o sola. El sexo no solo nos da placer y bebés, investigaciones sugieren que puede mejorar el sistema inmune, disminuir la presión sanguínea y mejorar el control de la vejiga al trabajar los músculos del piso pélvico. Un estudio incluso encontró que los orgasmos tienen beneficios en el cerebro: cuando investigadores tomaron Imágenes por Resonancia Magnética a mujeres en pleno orgasmo encontraron que incrementó su flujo sanguíneo a ciertas partes del cerebro.
HÁBITO 6:Y hazlo de manera segura. Cuando se trata de sexo, las mujeres saludables saben que la protección es esencial. Las enfermedades de transmisión sexual son más frecuentes de lo que crees y las mujeres tenemos problemas de salud relacionados a ETS más frecuentes y serios que los hombres. Las mujeres saludables son sexualmente activas y se aseguran de su protección sexual.
HÁBITO 7:Haz ejercicio, disfrútalo y hazlo un hábito. Volvemos a repetir lo que ya sabes: es importante ejercitarte. Ser una mujer físicamente activa es una parte fundamental para una buena salud, e investigaciones demuestran que la perseverancia es importante. Un estudio comparó mujeres en sus 70s y encontró que las que hicieron más ejercicio (y comieron más frutas y vegetales) eran ocho veces menos propensas a morirse que las que no lo hicieron. Las mujeres saludables saben que es esencial encontrar un programa de ejercicio que funciona para ellas y trabajan en ello… cada día de su vida.
HÁBITO 8:Aliméntate de acuerdo a la etapa de tu vida. Una buena nutrición es esencial (frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables) y cada una tiene su propia manera de alimentarse, pero las mujeres saludables reconocen la importancia de las diferentes necesidades nutricionales que tienen en diferentes etapas de su vida. Las mujeres que están pensando en embarazarse, por ejemplo, necesitan asegurarse de recibir la cantidad necesaria de ácido fólico, mientras que las mujeres que envejecen prestan más atención al calcio. Las mujeres saludables también discuten su nutrición con sus médicos.
HÁBITO 9:Cuida tu consumo de alcohol. Las mujeres son más vulnerables a los efectos del alcohol, incluso si beben menos que ellos. Y los efectos potenciales son serios: mujeres que consumen más de siete vasos a la semana de manera regular tienen un riesgo más alto de sufrir lesiones serias, hipertensión, embolias e incluso cáncer. Toma lo menos posible, pero disfruta tu copa de vino una vez a la semana junto a una buena compañía o como parte de tu relajación.
HÁBITO 10:Cuida tu corazón. A escala mundial, las enfermedades cardiovasculares, a menudo consideradas un problema “masculino”, son la principal causa de muerte en mujeres de edad avanzada… y muchas ni lo consideramos. El tabaco está relacionado con un 10 por ciento de los casos de enfermedad cardiovascular en la mujer. Las mujeres jóvenes comprenden que mientras algunos factores de riesgo están más allá de su control, otros (como controlar la presión sanguínea y sus niveles de colesterol, no fumar y hacer ejercicio cardiovascular) están bajo su control.
HÁBITO 11:Amamantan, si es posible. Dar de mamar puedbe ser muy difícil, mucho más difícil de iniciar y mantener de lo que muchas creemos. Pero la lactancia no solo provee beneficios a nuestros bebés, también ha sido vinculada a un riesgo más bajo de diabetes tipo 2, cáncer de ovario y de pecho, y depresión post parto, sugieren investigaciones.
HÁBITO 12: Vigila tu salud mental luego de dar a luz. Tener un bebé puede ser el momento más feliz de tu vida, pero también tiene un efecto en la salud: se estima que un 13 por ciento de las mujeres embarazadas y nuevas mamás experimenta depresión. Hay una diferencia entre el conocido “baby blues” (cambios de humor durante los días o semanas después del parto, muy comunes y que se van por sí solos) y una depresión post parto más seria, que dura más, y puede ocurrir en cualquier momento dentro el primero año del nacimiento de tu bebé. Vigila tu salud mental y síntomas (que duren más de dos semanas) como pérdida de apetito, cambios severos de humor, falta de felicidad...
HÁBITO 13:Usa bloqueador. Pregunta a cualquier dermatólogo cuál es su tip anti aging más importante, y su respuesta es: usar bloqueador solar todos los días. Pero usar un protector no solo es un tema de vanidad, salva vidas. El melanoma es el cáncer más común en adultos jóvenes, de acuerdo a la American Cancer Society, particularmente en mujeres jóvenes. Las mujeres saludables saben que siempre deben evitar camas o duchas solares y limitar su exposición UV aplicando cantidades generosas de protector solar.
HÁBITO 14:Cuida tu “zona v”. Cuando se trata de la peluqueada y depilada ahí abajo, las mujeres saludables tienen un acercamiento más balanceado. La rasurada tiene muchos riesgos posibles, incluyendo infección y heriditas, mientras que los lavados vaginales aumentan el riesgo de enfermedad de inflamación pélvica, entre otras cosas. Usar un jabón fuerte puede llevar a irritación molestosa. Eso no quiere decir que las mujeres no puedan depilarse ahí abajo, pero tomemos en cuenta los posibles riesgos.
HÁBITO 15:Medita. Cuando se trata de salud, la mente y el cuerpo están conectados. La meditación, que tiene muchas formas y puede encajar a las vidas de las mujeres de maneras diferentes, ha sido vinculada a beneficios potenciales de salud; protege contra la enfermedad coronaria, disminuye la presión sanguínea, cambia las áreas cerebrales vinculadas al manejo del enojo y del dolor y mejora la salud mental.
HÁBITO 16:Maneja el estrés. El estrés influye en tu salud general (al igual que la dieta y el ejercicio) y demasiado estrés es perjudicial. El estrés crónico ha sido vinculado a problemas de salud mental como depresión y ansiedad, enfermedad cardiaca y ganancia de peso. Un estudio encontró que el estrés puede tener efectos nocivos, especialmente en mujeres entre 40 y 60 años, en quienes ha sido vinculado a problemas digestivos, dolores musculares y de articulaciones, y migrañas. Las mujeres saludables saben que encontrar la mejor forma de manejar el estrés (piensa en ejercicio, intervenciones de cuerpo y mente e invertir en relaciones personales) no solo es una manera de ser más feliz y tener una vida balanceada, es un factor esencial para tu bienestar a largo plazo.
Via lostiempos.com
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