La ansiedad por comer es uno de esos males silenciosos que pueden causar verdaderos estragos, tanto para quienes lo sufren como para quienes lo rodean. Es un estado de excitación nerviosa con terribles consecuencias, pero que con adecuada atención y cuidados puede controlarse y vencerse. En este artículo abordaremos sus causas y te daremos algunos tips para superarla.
Casi todo el mundo en algún momento de la vida ha sufrido de ansiedad, ese estado emocional de descontrol nervioso que tratamos muchas veces de paliar con algún hábito. Mientras algunos recurren al café o a los cigarros, otros se calman recurriendo a la comida. Por ejemplo, hay quienes comen dulces hasta la saciedad cuando la ansiedad los invade por un problema en el trabajo, el estrés o alguna preparación para el estudio.
Pero existen formas de controlar este mal hábito que puede traer como consecuencia desde un desbalance nutricional hasta problemas alimenticios, como la bulimia, sin contar con el sobrepeso que tanto nos aterra, sobre todo en verano.
Aquí te pasamos algunos consejos para que lo logres con éxito:
Plantéate metas: antes de dar el siguiente bocado detente unos segundos y medita en lo que estás haciendo, en las consecuencias que traerá, no solo para tu cuerpo, sino para tu salud emocional. Tu meta tiene que ser parar el mal hábito de recurrir a la comida cuando las cosas se salgan de control.
Aliméntate mejor: aprovecha la ocasión para replantear tu menú diario y reorientarlo a sentirte bien, y de paso a verte mejor. Elimina de tu dieta las frituras, dulces, licores y café, que son los alimentos preferidos de los que sufren ansiedad. Come frutas y verduras todos los días. Evita también los snacks, la comida chatarra y el alcohol.
Mantente ocupada: lo peor que puedes hacer al estar ansiosa es sentarte a pensar en ello. Ocupa tu tiempo en otra cosa, de manera que las preocupaciones se vayan de tu mente. Una rutina de gimnasio, natación, footing o algún taller con actividades que te interesen, puede ser la solución. Mejor aún si todas estas actividades las practicas en equipo; así interactuarás con más personas y harás más amistades.
Respira profundo: levántate temprano, ve a tu ventana y haz tres rutinas de respiración profunda todas las mañanas. Cuando sientas que las cosas se salen de control, haz un “stop” en tu mente y respira tres veces. Cuenta hasta diez mientras retienes el aire y luego lo expulsas. ¡Verás cómo te sentirás mejor!
Via vivanda.com.pe
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