La vida sedentaria es uno de los factores de riesgo para padecer diversas enfermedades, un cuerpo que no realiza actividad física no logra disfrutar a pleno de la vida, de una manera sana y equilibrada. Si gran parte de tu vida has sido sedentaria debes intentar al menos poco a poco ir moviendo el cuerpo, los cambios no se harán esperar, te sentirás con mayor energía y ánimo para enfrentar el día a día.
Es bueno que sepas que el ejercicio habitual resulta de la misma manera que un medicamento, ofrece sus múltiples beneficios mientras lo realices, una vez que lo abandones todo se desvanecerá, por eso la importancia de realizar ejercicio físico habitual.
Caminata
Si quieres activar tu cuerpo, nada mejor que una caminata diaria de al menos 30 minutos. Es bien sabido que debes iniciar la actividad paulatinamente, realizando calentamiento previo y luego de la actividad, sin olvidar hidratarte de manera correcta.
Puede que incluso el primer día te sientas agotado antes de terminar la caminata, tu cuerpo debe ser escuchado y si no logras completar en la primera vez los 30 minutos, no debes alarmarte. Hazlo con intervalos de descanso, hasta que tu cuerpo se adapte a la nueva actividad.
Si más adelante prefieres realizar ejercicios más intensos, solicita consejo de un entrenador, debes saber que cada persona puede realizar diferentes tipos de ejercicios, de acuerdo a la edad, peso corporal y enfermedades que pueda padecer. El ejercicio debe llevarse a cabo de manera segura, aprovechando todos los beneficios sin poner en riesgo tu salud.
Si padeces de alguna enfermedad que comprometa las articulaciones, el corazón u otra afección consulta primero con tu médico, él te aconsejará que tipo de actividad resulta recomendable para tu situación particular.
Principales beneficios de realizar una caminata diaria
Mejora la circulación sanguínea, de esa manera todos los nutrientes pueden llegar de manera eficiente a cada célula del cuerpo y evitarás problemas derivados de una mala circulación como hinchazón de piernas, varices, etc.
Los riesgos de padecer trastornos cardíacos disminuyen con la actividad física, el sistema cardiovascular se fortalece.
Los músculos se irán tonificando, otorgando una figura más atractiva a quien lo practique.
Notarás que tienes más energía y resistencia.
Te protege contra la diabetes.
Ayuda a disminuir el colesterol malo y la presión arterial.
Quemarás calorías ayudando al descenso de peso, perderás grasa y ganarás musculatura.
Eliminarás líquidos extra de tu organismo.
Tus huesos, ligamentos, tendones y articulaciones se mantendrán más sanos y resistentes.
El sistema digestivo podrá trabajar de mejor manera. ES muy beneficioso caminar para combatir el estreñimiento.
Ayuda a liberarte del estrés.
Mejorarás tu respiración, el aire de tus pulmones se renovará.
Al realizar ejercicios se liberan endorfinas, la hormona de la felicidad. Te sentirás entusiasmado y más feliz.
Evitarás la depresión y el insomnio.
Es necesario que utilices la vestimenta y calzado adecuado para la caminata y no olvides acompañarte de agua cada vez que realices ejercicios. En cuanto a la vestimenta debe ayudar a que tu cuerpo pueda traspirar normalmente, ten en cuenta que mediante la transpiración la temperatura corporal se regula mientras realices actividad física.
Es importante también que sepas que la llamada vuelta a la calma luego del ejercicio debe ser paulatina y lenta, no debes parar bruscamente, sino ir aminorando la velocidad de tus pasos para llegar suavemente al estado de reposo. Una vez terminada tu rutina acuérdate siempre de volver a elongar los músculos como lo hiciste al principio, el límite siempre debe ser el dolor, nunca estires un músculo más allá de sus posibilidades si no quieres lesionarte.
Disfruta sanamente de la naturaleza y notarás la gran cantidad de beneficios que aporta a tu vida, tanto en el plano físico como psicológico.
Via mejorconsalud.com
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