La permarexia y gymorexia son comportamientos obsesivos por contar y quemar calorías que pueden afectar a la salud y las relaciones sociales
Leer la etiqueta de la información nutricional de cada uno de los alimentos que va a ingerir es una rutina constante de muchas personas. Se trata de una obsesión permanente por controlar lo que comen y beben para no pasarse de la raya. Esta adicción por contar calorías se conoce como permarexia. Una peligrosa conducta social que puede derivar en problemas de salud y afectar a la vida social.
Con permarexia no nos referimos únicamente a la preocupación por seguir una dieta saludable libre de excesos y atracones, sino al control constante por quemar todo lo que se come. Aquí entra en escena la gymorexia, una obsesión relacionada con el deporte y la alimentación.
Quienes sufren de gymorexia no están obsesionados con estar en forma, sino que su objetivo es mantenerse delgados. Algo que para ellos es tan importante que llega a condicionar su horario y agenda social. Están preocupados hasta tal extremo que algunos pueden incluso rechazar reuniones con sus amigos para evitar comer fuera de su rutina o descuidar sus relaciones para ir al gimnasio y quemar la última comida. Cuando cumplir este propósito no es posible, aparece la sensación de culpabilidad. La mente se ocupa de recordar continuamente aquella hamburguesa que disfrutó días atrás.
Palabras como dieta y calorías suelen mantener búsquedas constantes en Google, por ejemplo. Búsquedas que disminuyen significativamente en los meses de verano y durante diciembre. Momentos puntuales del año en los que los excesos alimentarios forman parte de las convicciones sociales y de los que es más difícil escapar.
Precisamente esos excesos pueden aumentar el sentimiento de culpabilidad que se compensa con rutinas de ejercicio más agresivas y dietas ‘milagro’ que acaban afectando a la salud. La combinación de dieta y ejercicio en exceso puede provocar mareos y desmayos, puesto que el organismo necesita una mayor cantidad de nutrientes para compensar el esfuerzo físico al que se le está sometiendo.
Ante los comportamientos obsesivos por el consumo de calorías siempre es recomendable visitar al médico de cabecera. En algunos casos de mayor gravedad es posible que incluso sea conveniente un tratamiento psicológico para que la preocupación por estar sano no se convierta en una obsesión por ser delgado.
Via .ideal.es
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