La gota es una de las causas más frecuentes de artritis en varones a nivel mundial y está producida por cristales de ácido úrico que se depositan en las articulaciones, según señala el doctor Enrique Calvo Aranda, del Servicio de Reumatología de HM Hospitales, que destaca que es una enfermedad curable, aunque para ello es fundamental la adherencia al tratamiento por parte del paciente.
Tal y como explica el doctor, quienes la padecen sufren ataques de inflamación aguda muy dolorosos, muchas veces acompañados de enrojecimiento de la piel de la zona afectada. En este sentido, aclara que aunque lo primero en que se piensa cuando se habla de gota es en el dedo gordo del pie hinchado, "puede afectar a varias articulaciones al mismo tiempo, como las rodillas, los tobillos, tendones de las manos y de los pies, o en los codos, lo que resulta muy invalidante". Para el especialista, este mal concepto de la gota hace que muchos pacientes sufran dolor en sus articulaciones durante años porque creen que se deben a esguinces, malos movimientos, etc.
En cuanto a las causas de la enfermedad, Calvo apunta que en muchos pacientes la gota puede ser hereditaria, pero "existen varias causas secundarias que la provocan". Los niveles altos de ácido úrico pueden deberse a que el riñón tenga dificultad para eliminarlo, al consumo excesivo de bebidas edulcoradas y alcohol, así como de alimentos como mariscos y vísceras; también algunos medicamentos pueden dar lugar a ataques de gota en personas que nunca habían tenido elevado el ácido úrico, igual que ocurre con ciertos tratamientos contra el cáncer, explica.
¿SE PUEDE PREVENIR LA GOTA?
El doctor indica que en muchos casos sí, y la prevención "resulta clave para el paciente". Al igual que se vigila periódicamente la tensión arterial, el colesterol y el azúcar, "se debe controlar también los niveles de ácido úrico en sangre", señala.
En este sentido, resalta que si el paciente recibe el diagnóstico de gota "es fundamental que el médico le explique en qué consiste la enfermedad, cómo debe afrontar los brotes de inflamación y cómo prevenirlos". Afortunadamente, prosigue, "se ha avanzado mucho en el conocimiento sobre esta dolencia y la gota es curable, pero para ello es fundamental la adherencia al tratamiento por parte del paciente y no abandonar la medicación para conseguir que bajen los niveles de ácido úrico".
Además del tratamiento farmacológico, las personas afectadas por esta enfermedad pueden adoptar una serie de medidas que ayuden a mejorar su calidad de vida. Así, "se aconseja seguir una dieta mediterránea equilibrada, evitando los alimentos ricos en purinas y aumentar la ingesta de cerezas y de lácteos desnatados, que han demostrado ser muy beneficiosos contra la gota". Se recomienda también beber un litro y medio o dos de agua al día y realizar ejercicio físico moderado, ya que debe fomentarse el control del peso corporal, sugiere.
Por último, el experto recuerda que se debe moderar el consumo de ciertos alimentos, como lácteos no desnatados, carnes grasas (vísceras, charcutería), pescados azules, marisco, conservas, salazones y ahumados, pastelería y bollería, verduras ricas en purinas (espinacas, espárragos, setas, champiñones, puerros coliflor y rábanos, frutas en almíbar, confitadas y escarchadas, zumos azucarados, bebidas refrescantes, alcohol, y grasas como nata, manteca, tocino, mayonesa y bechamel.
Via sabervivir.es
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