Qué es el síndrome del escaparate

Podría parecer una adicción a las compras, pero no, es un mal de las piernas que aqueja sobre todo a los adultos mayores

El síndrome del escaparate no tiene precisamente que ver con una compulsión a comprar o a mirar tiendas desde afuera, sino que se refiere a la claudicación intermitente, la cual es el principal síntoma de una enfermedad arterial periférica (EAP) y que consiste en un dolor intenso en las pantorrillas al caminar.

Quienes lo padecen se ven obligados a detenerse cada cierto tiempo para recuperarse, como lo hacen de forma total, parece que miran un escaparate, pero esto solo lo hacen para esperar a que el dolor muscular desaparezca. Este síndrome suele aumentar progresivamente y muchas veces sólo se diagnostica en su fase final.

De acuerdo con la dra. Marnet, especialista médica de Hospital de la Cruz Roja Española, es un síndrome poco diagnosticado y que se calcula que un 13% de los mayores de 60 la padecen. De hecho, se calcula que puede haber más adultos con este problema, pero no lo saben porque lo suelen achacar a la edad, por lo que no acuden al médico y no se detecta.

“Se estima que el 15% de los pacientes tras el diagnóstico inicial acabará sufriendo un infarto de miocardio (mortal o no mortal) en los siguientes cinco años”, advierte Marnet.

¿Qué se puede hacer para controlarlo?

Esta enfermedad puede acarrear una serie de problemas cardiovasculares, los expertos recomiendan que para controlarla se lleve un estilo de vida saludable:

- Evitar el tabaco.

- Dejar de ser tan sedentario.

- No tener obesidad.

- Llevar una dieta baja en sal para evitar acumulación de líquidos en las piernas.

- Hacer ejercicio, por ejemplo salir a caminar a buen paso al menos 30 minutos tres días por semana.

- Utilizar calzado adecuado, cómodo y liviano.

- Examinar los pies y el calzado antes y después hacer deporte o caminar largos trayectos.

- Tratarse con un médico especialista. Suelen recomendar fármacos destinados a mejorar la circulación de la sangre. Pueden usarse antiagregantes plaquetarios (tipo aspirina) o la pentoxifilina. El cilostazol es el primer fármaco para atajar el llamado síndrome del escaparate.

Via vidayestilo.terra.es