Dentro del mundo de la salud existen problemas que, con una apariencia prácticamente insignificante, suponen un verdadero dolor de cabeza para todos aquellos que los sufren. Hoy veremos remedios contra las callosidades.
Y es que, todo el que ha sufrido este problema de callos o callosidades, dirá que es una situación que hace tambalear al más fuerte ya que se pueden presentar con unos dolores cuya intensidad pondrá a prueba nuestra resistencia.
Estamos hablando de una serei de feas y pequeñas protuberancias que están formadas por un montón de desechos de células muertas y que aparecen como resultado de la fricción de nuestros pies con el calzado e incluso en huesos adjacentes.
Cuando afrontamos los remedios contra las callosidades tenemos que tener claro que éstas son la forma que tiene nuestro cuerpo de protegerse de las presiones. Cuando la presión es extrema, la callosidad se vuelve cada vez más gruesa.
Si, a partir de dicha callosidad, se desarrolla un núcleo duro, entonces pasa a ser un callo. Los callos blandos que se forman entre los dedos de los pies y permanecen blandos a causa del sudor, se deben al roce constante de los huesos adyacentes de los dedos de los pies.
Resulta, por lo general, más fácil soportar las callosidades que los callos. El dolor que provoca un callo en los dedos de los pies es similar al dolor de muelas, con lo que conviene tener en cuenta una serie de consejos para afrontarlos.
Cuando hablamos de los remedios contra las callosidades y callos tenemos, en primer lugar, que advertir a muchas personas que, pensando que se trata de un problema menor, juegan a ser cirujanos y deciden cortar ellos mismos los callos.
No hay nada más peligroso, cuando de callosidades y callos se trata, que la cirugía de andar por casa. Tengamos en cuenta que puede causar infecciones peligrosas. En el caso de los diabéticos esta precaución es de obligado cumplimiento.
Podemos optar por tratarnos con apósitos medicamentosos que van a paliar el problema, aunque deberemos extremar los cuidados en su aplicación, comenzando por no aplicarlo sobre la piel sana circundante a la callosidad o callo.
Entre los remedios contra las callosidades y callos y con el objetivo de paliar temporalmente el dolor, podemos poner en remojo el dedo en una solución de sales y agua caliente. Esto consigue que disminuya la presión sobre las terminaciones nerviosas.
Otra opción es utilizar, para remojar la zona afectada, una solución de manzanilla que también se ha revelado como excelente calmante. La simple inmersión en agua templada durante varios minutos aliviará considerablemente el dolor.
Por último, para evitar la aparición de las callosidades o callos, conviene proporcionar espacio a nuestros dedos y evitar todo tipo de calzado que ejerza una excesiva presión en los mismos o en cualquier otra parte de nuestros pies.
Via .conceptosalud.com
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