En la mayoría de los casos, el cáncer se convierte en una enfermedad donde hay dos enfermos: el paciente y su cuidador principal (esposa, esposo, hija, padre,…). Tan importante es el tratamiento para uno como para otro. Afrontar este tipo de enfermedad es duro y complicado pero del entorno puede depender en gran parte el bienestar del paciente.
Generalmente, para la persona que cuida todas las conversaciones giran en torno a lo mismo, se siente culpable si se ríe (“¿cómo me estoy riendo con el problema que él tiene?”, no descansa lo suficiente,…+
Es muy difícil que ayudemos a una persona que no se encuentra bien si el cuidador está agotado física y/o psicológicamente. Hay que respirar.
Aquí van algunos consejos:
1. Buscar información sobre el manejo de los síntomas de la enfermedad
2. Reconocer si necesita más tiempo para sí mismo
3. Pedir ayuda a familiares, amigos y profesionales si es necesaria
4. Descansar a pequeños intervalos durante el día
5. Mantener sus relaciones sociales
6. Buscar espacios donde compartir sus sentimientos y preocupaciones con otras personas.
7. Aceptar como naturales algunas emociones y sentimientos (como pena, tristeza, rabia,…)
8. Planificar el día. Planificar el futuro pero sin preocuparse por los problemas que aún no han aparecido.
9. Aprender de los errores
10. Centrar la atención en las cosas que están funcionando bien
11. Fijarse en las cualidades positivas que está descubriendo en sí mismo
12. Fomentar la autonomía del enfermo
13. Facilitar la relación y la comunicación entre cuidador y enfermo.
Via masmedicina.com
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