El momento perfecto para una revisión bucodental

Preparamos y revisamos nuestros vehículos para una nueva temporada de viajes diarios al trabajo, al cole de los peques, al supermercado. Renovamos mochila, cuadernos, lápices, bolis y rotuladores. Volvemos con ganas al gimnasio, a hacer running, a la vida saludable y a la alimentación equilibrada. Renovamos proyectos, metas, objetivos.

El final del verano es una fecha de vuelta a empezar, de reinicio, de renovación en todos los aspectos de nuestra vida después de un par de meses de relajación, de tranquilidad, de vida más distendida. Más distendida también para nuestra salud bucodental. Las vacaciones suelen suponer igualmente una relajación en materia de higiene dental, por ello, el final de éstas es el momento perfecto para revisar nuestros dientes y nuestra boca y ponerla a punto para un nuevo curso: es el momento perfecto para una revisión bucodental con su dentista de confianza.

¿Por qué durante los meses de verano relajamos nuestra higiene dental?

No nos olvidamos de ella, no (¡no debemos hacerlo nunca!), si bien es cierto que los hábitos de vida durante el verano y las vacaciones propician que la higiene bucodental sea menos intensa y constante durante este periodo. Estos son los factores propios del verano que propician una mayor relajación en la higiene bucodental:

    Elevadas temperaturas
    Una menor salivación bucal
    El descuido de los hábitos diarios de higiene dental (limpieza tras cada comida, tres veces al día), sobre todo propiciado por encontrarnos fuera del lugar de residencia habitual y por salir con mayor frecuencia a comer o cenar fuera de casa
    Una alimentación ‘especial’ y más permisiva, con más presencia de productos más agresivos para nuestros dientes. Helados, chucherías y demás dulces favorecen la aparición de infecciones bucales y patologías tales como la caries o la gingivitis

Las clínicas dentales suelen encontrar más casos de estos problemas bucales a la vuelta del verano. Y es que muchos se manifiestan de forma inmediata, pero otras enfermedades como la caries permanecen en silencio, pero van minando poco a poco nuestra salud dental. Por ello, la vuelta de vacaciones y el inicio de curso marcan un momento perfecto para realizar una revisión completa de nuestra boca y dientes, al objeto de prevenir y evitar que los problemas citados no se desarrollen o no aparezcan.

Y en este punto, es a los niños a los que más hay que vigilar, pues son los que mayores vacaciones han disfrutado. Conviene volver a las rutinas previas al asueto veraniego e insistir en los principales pilares de una salud bucodental a prueba de niños. Estos son nuestros consejos, los de siempre:

    Higiene bucodental correcta y diaria, tres veces al día y durante dos minutos en cada limpieza, actuando sobre dientes, encías y lengua;
    No abusar de alimentos ricos en azúcares;
    Acudir a la cita periódica con nuestro dentista de confianza.

 Via blog.clinicajazmin.com