Algunas personas hacen todo lo posible por ocultar su depresión, tanto ante los ojos de los demás como ante sí mismos, tratando de ignorar sus sentimientos y fingiendo que todo va bien. Si alguien sospecha algo y le pregunta si está bien, responde diciendo que se encuentra perfectamente o que tan solo tiene un poco de cansancio, restando importancia a sus síntomas y sus emociones.
Tienden a actuar como si al ignorar sus emociones y fingir que todo va bien, la depresión acabará por desparecer por sí sola.
Pero esto no suele suceder porque la depresión es un indicio de que algo anda mal en tu vida, que hay cosas que debes afrontar, superar o cambiar. Ignorar la depresión hace que todo siga igual, no reconoces ni afrontas el verdadero problema y no haces nada para solucionarlo. Esto puede hacer que la depresión se mantenga a lo largo del tiempo o incluso se agrave.
Signos que indican que una persona está tratando de ocultar su depresión
La persona que trata de ocultar su depresión, intenta ocultársela también a sí misma, ignorando su estado emocional. En el fondo, sabe que no está bien, pero se niega a reconocerlo. Por este motivo, tener en cuenta lo siguientes signos puede ayudarle a ser plenamente consciente de que tiene un problema. Estos signos también pueden servir de ayuda a una persona que sospeche que un amigo o familiar podría estar deprimido.
Problemas de sueño. La depresión produce alteraciones del sueño. La más típica consiste en despertarse demasiado temprano y no poder volver a dormir, de manera que duermes menos horas de las que necesitas.
No obstante, el patrón de sueño puede verse alterado también de otros modos, dependiendo de cada persona y de si tiene también otros problemas, como ansiedad, por ejemplo.
Cambio en los patrones de alimentación. Pueden comer en exceso (como un modo de aliviarse) o perder el apetito y comer menos de lo habitual. También pueden recurrir al alcohol y comenzar a beber más de lo que era habitual en ellos.
Disminución el contacto social. Cuando están con otras personas llevan una máscara de “todo va bien” pero mantener esta farsa cuesta trabajo y tienden a disminuir el número de contactos sociales. A menudo, inventan excusas para no acudir a un determinado evento, como una cena con amigos, una fiesta, etc.
Cambio en sus temas de conversación. No es raro que las personas deprimidas se vuelvan un poco más “filósofas” de lo que suelen ser habitualmente. Sacan temas de conversación relacionados con el significado de la vida, los sueños no cumplidos, hacia dónde se dirigen en sus vidas, el significado de la felicidad... Pueden hablar de la muerte de un modo algo poético e incluso la perciben como deseable para cualquiera, como una liberación o una entrada en un mundo mejor.
Sentimientos a flor de piel. El esfuerzo constante por mantener sus sentimientos ocultos y bajo control hace que acaben estando a flor de piel. Por ejemplo, lloran con facilidad en situaciones que antes no les hacían llorar, como al ver una película; se enfadan por cosas que antes no les hacían enfadar; o expresan sentimientos que antes no solían expresar, como empezar a decir a los demás que los quiere. En cierto modo, podemos decir que se vuelve emocionalmente más “débil” de lo que solía ser.
Se vuelven menos optimistas. Las personas no deprimidas suelen tener una actitud optimista incluso aunque eso los haga ser menos realistas. Por ejemplo, tienden a pensar que han hecho un examen mejor de lo que en realidad lo han hecho. Las personas deprimidas, por el contrario, pierden este optimismo y se vuelven más realistas o claramente pesimistas: dicen que el examen lo han hecho regular o francamente mal y se muestran más precavidos y con menos esperanzas de que haya resultados positivos en cualquier cosa que hagan. Es decir, perciben la vida algo más negra y eso se nota en su modo de expresarse o en sus conversaciones.
Fuente motivacion.about.com
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