Están muy estigmatizadas ciertas drogas como la cocaína o la heroína. Incluso otras de más uso como el hachís, tabaco y alcohol. Pero, en cierta medida, los que no consumimos habitualmente esas drogas, también nos drogamos. Tomamos café, té o medicinas para sentirnos mejor. Consumimos chocolate, a veces compulsivamente, para conseguir una satisfacción. O utilizamos la comida para calmar nuestra ansiedad.
Las drogas están en nuestras vidas desde la antigüedad. Desde los alucinógenos que los chamanes utilizaban para afirmar su autoridad. Hasta el tabaco u hojas de coca que se mascaba en América para acelerar el corazón en las altitudes de los altiplanos andinos.
Cuando estamos enfermos, el médico nos receta paracetamol o ibuprofeno que controla nuestras inflamaciones y alivia los síntomas. Incluso tomamos antidepresivos cuando estamos tristes o ansiolíticos cuando sentimos mucha ansiedad.
Entonces, ¿somos drogadictos quienes consumimos estas sustancias? Pues sí y no, depende. Muchas de ellas sí que son drogas. Pero adicto es algo más serio: Hay ciertos marcadores que indican que estamos pasando de un consumo responsable a una adicción que toma el control de nuestro cuerpo y nos cuesta vencer:
Cuando, por culpa de esta conducta, se resiente algún aspecto central de nuestra vida. Nuestro trabajo o nuestra economía, nuestra familia, nuestras relaciones
Tolerancia: Cuando sentimos que cada vez hemos de aumentar las “dosis” para sentirnos bien.
Abstinencia: Cuando no podemos pasar periodos de tiempo sin esa sustancia, sin sentirnos ansiosos y buscarlo repetidamente. Es decir, vemos que nos estamos convirtiendo en “esclavos” de ese consumo.
Cuando esto ocurra, lo mejor sería dejar esta adicción. Para ello, puedes acudir a un psicólogo de confianza si no te sientes capacitado. ¡Eres capaz, y tu psicólogo te ayudará a darte cuenta y te enseñará técnicas para combatir la adicción!
Y, por favor, si tomas medicinas recetadas por un psiquiatra, acude cuidadosamente a las visitas de control necesarias pues el hecho de que te las recete un profesional es cierta garantía pero no te exime de poder convertirte en adicto.
Via conectia-psicologia.es
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