La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de la web EnFamilia, ha elaborado Decálogo preventivo contra la gripe cuyo objetivo es, frente a la epidemia de gripe actual, poner en conocimiento de la población general y, de los padres en particular, las medidas que pueden llevarse a cabo para prevenir el contagio de gripe y cómo debe actuarse en caso de que los más pequeños de la casa contraigan el virus.
Entre los consejos facilitados se encuentra extremar las medidas de higiene, evitar en la medida de lo posible el contagio con los enfermos, ofrecer frecuentemente líquidos al niño y no utilizar antibióticos salvo que el pediatra considere que son necesarios. De igual manera, los pediatras recuerdan que la vacunación frente a la gripe es totalmente segura y la mejor manera de evitar la epidemia. En caso de que persista la fiebre, aparezcan erupciones en la piel del niño o este esté especialmente abatido, es conveniente acudir a la consulta del pediatra.
La gripe es una enfermedad infecciosa producida por el virus de la gripe. En el niño, puede presentarse de varias formas aunque lo más habitual es la aparición de fiebre, que puede ser elevada, unida a síntomas de las vías respiratorias: tos, ronquera, dolor de garganta, obstrucción nasal, moqueo, en algunos casos ruidos de pitos al respirar (sibilancias), etc. También puede haber vómitos y diarrea. Los síntomas de la gripe pueden durar hasta una o dos semanas, pero la fiebre no suele ser tan persistente.
1. Los antibióticos no sirven de nada, salvo en el caso de alguna de sus complicaciones. Todo lo que se puede hacer es aliviar las molestias y la fiebre, prevenir en lo posible las complicaciones y cuidar al niño enfermo. No se debe dar ácido acetilsalicílico ni otros medicamentos antigripales que lo contengan, de igual manera, también se desaconseja el uso de anticatarrales y antitusivos en menores de 2 años. En el caso de niños mayores de esta edad, tampoco se recomienda su administración y si se hace, deben suministrarse con suma precaución.
2. La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de persona a persona a través del aire por la tos y los estornudos, las manos, o por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus, como un juguete o una toalla.
3. Para prevenir es recomendable ser cuidadoso con la higiene. Unas pocas recomendaciones pueden evitar contagiar a los demás:
► Evitar el contacto con otras personas si se está enfermo.
► Al toser o estornudar utilizar pañuelos, preferiblemente desechables, para cubrir la boca y nariz.
► Los pañuelos utilizados deben tirarse a la basura.
► No compartir vasos, utensilios para comer, toallas o cepillos de dientes.
► Lavar al niño las manos con agua y jabón con frecuencia, especialmente en determinados momentos: después de toser y estornudar, tras sonarse y tocarse la nariz o la boca, antes y después de cada comida, antes y después de cambiar pañales, etc.
Para la limpieza de manos el procedimiento es el siguiente:
Primero mojar las manos con agua
Aplicar el jabón y frotar las manos limpiando entre los dedos y bajo las uñas
Aclarar con abundante agua corriente
Secar las manos con una toalla
4. Conviene ofrecer líquidos con frecuencia al niño y por supuesto, nadie debe fumar cerca del él.
5. También conviene ventilar las habitaciones y los espacios cerrados.
6. Cuando el niño está enfermo es mejor que esté tranquilo en casa, al menos hasta 24 horas después de que desaparezca la fiebre.
7. La vacuna de la gripe sólo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad. Se recomienda la vacunación anual a los niños con enfermedades de base que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, etcétera y miembros del entorno familiar, cuando existan lactantes menores de 6 meses de edad con factores de riesgo, ya que esos no pueden recibir la vacuna antigripal.
8. La vacuna es una inyección intramuscular en el muslo o el hombro, según la edad del niño. Se puede poner al mismo tiempo que otras vacunas, pero eligiendo lugares distintos para aplicar la inyección.
9. La vacuna de la gripe es muy segura. Los efectos secundarios son los habituales de otras vacunas inyectables, fundamentalmente locales (dolor y enrojecimiento en el sitio de la inyección) o generales leves (fiebre, malestar…). Son excepcionales otro tipo de reacciones como disminución de las plaquetas o complicaciones neurológicas.
10. En la gran mayoría de los casos se comporta como una enfermedad leve, de la que finalmente el niño se recuperará sin problemas. No obstante, conviene consultar al pediatra si:
La fiebre es elevada o persistente
El niño está muy irritable o adormilado
El niño tiene mal aspecto general o dificultad para respirar
Si le aparece una erupción en la piel
Via elperiodicodelafarmacia.com
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