Los ejercicios pliométricos mejoran la calidad de vida de las mujeres adultas
Un estudio llevado a cabo por un investigador de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, Eduardo Sáez de Villarreal, indica que realizar ejercicios pliométricos controlados y de bajo impacto -aquellos en los que se realizan movimientos que conlleven un ciclo de estiramiento-acortamiento- "puede contribuir a mejorar la fuerza y la potencia del tren inferior y, con ello, la calidad de vida de las mujeres adultas", informó el centro universitario.
Esta conclusión es el resultado de un trabajo realizado sobre tres grupos de féminas de entre 40 y 70 años que tenía como objetivo principal investigar la influencia de ocho semanas de entrenamiento sobre el rendimiento en fuerza del tren inferior, la velocidad y el salto vertical. Los resultados están publicados en la "Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte", destacó la UPO.
El tren inferior comprende el sistema óseo y muscular de las piernas, por lo que su mejor o peor estado influye en el desarrollo de actividades cotidianas tales como levantarse de la silla, recoger algo del suelo, subir y bajar escaleras o pasar un obstáculo. La edad y el descenso crónico de los niveles de actividad física están, por otra parte, muy ligados a la atrofia de esta importante zona, lo que puede llevar a un individuo llegar a padecer de sarcopenia o pérdida degenerativa de masa muscular y de fuerza en la senectud.
"Existen estudios que identifican la reducción de la fuerza y la potencia muscular como factor clave que puede poner en peligro la capacidad de movilidad e independencia física en los adultos mayores, por lo que trabajar estos aspectos es esencial para nuestra calidad de vida", señaló Eduardo Sáez. En este sentido, el investigador ha analizado la repercusión en tres grupos de mujeres de ejercicios pliométricos de bajo impacto a través de actividades como el skipping (carrera con el alzamiento de las rodillas), saltos en el sitio o saltos a diferentes alturas, entre otras. El trabajo buscaba constatar la existencia de mejoras en el rendimiento de las variables de fuerza, potencia y velocidad.
Los resultados obtenidos subrayan que, si se sigue el entrenamiento propuesto en el estudio, existe una mejora similar en el rendimiento de fuerza en el tren inferior y en potencia en los tres grupos de edad. A este respecto, los datos plantean que sólo existe una diferencia significativa entre el grupo de mujeres más jóvenes (40-50 años) y más adultas (60-70) en la variable de potencia. Esto es debido, según el investigador, a que tanto la fuerza como la potencia disminuyen con la edad y la diferencia entre los grupos no se alteró por efecto del entrenamiento. En cuanto a la variable de velocidad, el estudio no ha encontrado mejoras en ninguno de los tres grupos analizados, como consecuencia, según el investigador, de la falta de especificidad en el entrenamiento.
Fuente sportlife.es
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