La menopausia es una etapa de grandes cambios para la mujer, que pasa de poder tener hijos a no ser fértil. La mayoría de las mujeres que están en este período experimentan alteraciones que repercuten en todos los aspectos de su vida, incluyendo el sexo.
Durante el climaterio y la menopausia propiamente dichos las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) dejan de producirse de forma gradual en el organismo femenino provocando diferente tipo de síntomas. Hasta los 45 años, aunque su cuerpo va cambiando, es muy difícil que la mujer note consecuencias en su cuerpo. En cambio entre los 45 y 55 aparecen los sofocos, la sequedad vaginal .
A partir de los 45 años la falta de estrógenos hace que la vagina pierda su elasticidad y humedad , lo que produce la llamada sequedad vaginal y hace que las relaciones sexuales sean molestas cuando hay penetración. Además cuando ya se entra de pleno en la menopausia los senos se reducen y los labios genitales se encogen exponiendo el clítoris más de la cuenta.
Un 40% de las mujeres menopáusicas sufren alteraciones psicológicas derivadas de su estado. Algunas presentan síntomas depresivos y otras muchas ven afectada también su sexualidad por los cambios hormonales y físicos comentados hasta ahora. Esto hace que algunas pierdan el deseo mientras que otras experimenten un aumento de su interés sexual, derivado en buena parte de la sensación de poder vivir el sexo sin el temor a un embarazo. De hecho la clave para que la menopausia no afecte la vida sexual es que las mujeres aprendan a vivir de manera positiva los cambios que se producen en su cuerpo.
Fuente: blogdefarmacia.com
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