Además de las consideraciones importantes y necesarias a la hora de aprender cómo elegir el chupete del bebé, he aquí un aspecto tan o igualmente importante: cómo limpiarlo y mantenerlo en condiciones higiénicas correctas.
Un punto clave: el uso por primera vez. Al comprarlo, antes del primer uso, lava el chupete con agua y jabón y enjuaga muy bien. Después de eso, lo más recomendable es someterlo a lo más parecido a una esterilización que podemos hacer en casa: sumergirlo en agua bien caliente y/o -muy práctico- someterlo al lavaplatos con regularidad.
¿Qué hay que prevenir? En primera instancia, los hongos. Lo más sencillo es sumergir el chupete en partes iguales de vinagre blanco y agua durante unos minutos una vez al día. Enjuaga bien (porque al bebé no le gustará el retro gusto ácido) y seca al aire completamente.
Si su bebé se le cae el chupete en el piso, será suficiente simplemente con enjuagar con agua caliente y volver a ella. Nunca lo “limpies” con tu propia boca; si se cae en la acera o un espacio público, lo mejor es limpiarlo con agua caliente y jabón.
Lo más sabio, sin duda, es… ¡llevar un chupete de repuesto siempre a mano!
Fuente bebes.net
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