Dormir bien: la base del correcto desarrollo del niño

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dormir poco de niño determinará la salud durante el resto de la vida.   
El 30% de los niños presenta alteraciones del sueño.   
La somnolencia diurna excesiva y un comportamiento extraño empiezan también a ser habituales en los niños.
El mal sueño del niño resta descanso y bienestar emocional a los padres.

Dormir es tan importante como beber o comer. No hacerlo en la cantidad y calidad necesarias afecta a nuestra salud física y mental en muchas formas. Y la importancia de dormir comienza con el nacimiento.

Los científicos ya han visto que dormir poco y mal a edades tempranas determinará la salud durante el resto de la vida. La realidad es que cerca del 30% de los niños menores de 5 años tienen problemas y alteraciones del sueño, motivadas, entre otros factores, por el estrés familiar, las disfunciones escolares y la obesidad.

Las alteraciones del sueño son frecuentes y tienen secuelas importantes que pueden complicar muchas enfermedades y causar serios problemas tanto cognitivos como de conducta, de aprendizaje o familiares.

Dada la importancia del sueño en los primeros años es fundamental que el pediatra sepa realizar un correcto diagnóstico de los eventos fisiológicos y normales relacionados con el sueño.
Trastornos del sueño en los niños

    Insomnio por hábitos incorrectos
    Son niños que se despiertan a menudo por la noche y piden la presencia de sus padres para volver a dormir. Es el caso más frecuente.
    Sonambulismo
    El niño se levanta de la cama y dormido hace actividades habituales. La edad más frecuente de aparición es entre los 4 y 8 años.
    Bruxismo
    Es el rechinar de dientes durante el sueño. Puede que haya que consultar al dentista para evitar el desgaste de las piezas dentales.
    Somniloquia
    Hablar en sueños. No constituye un problema.

El diagnóstico precoz es importante en estas patologías ya que detectarlo cuanto antes ayuda a mejorar su tratamiento. Uno de los problemas que se originan al no diagnosticarlo rápidamente es que los trastornos nocturnos no afectan únicamente al periodo nocturno. La somnolencia diurna excesiva y un comportamiento extraño son también habituales en los niños.

Además, es corriente que se produzcan conductas con déficit de atención o irritabilidad. Todo ello, conduce en algunos casos al fracaso escolar o a la obesidad.
El sueño del niño afecta a sus padres

Los expertos consideran necesario que los ciudadanos se conciencien de que el sueño es algo fundamental para vivir más y mejor, y hacen hincapié en los niños y en las personas mayores.

Ocurre además que los problemas de sueño de los hijos no sólo les resta descanso a los padres, sino que también podría disminuirles el bienestar físico y emocional. Un estudio australiano encontró que los padres que dijeron que sus hijos tenían problemas para dormir tendían a tener menor calidad de salud física y más angustia emocional.

Via: 20minutos.es

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