Con la llegada de septiembre la mayoría de los españoles finalizan sus vacaciones y vuelven a la rutina por lo que inevitablemente nos volvemos a encontrar con esa tristeza que nos provoca acabar las vacaciones, con la libertad y diversión que implica, para volver a cumplir horarios, tareas rutinarias, etc., lo que se conoce como “depresión postvacacional” . A pesar de que muchos profesionales de la psicología y psiquiatría no creen que el término depresión sea el más adecuado en este caso.
Los síntomas más conocidos son la apatía, el cansancio, la irritabilidad, las alteraciones del sueño (somnolencia o insomnio), la falta de apetito y concentración, etc. En casos extremos se pueden llegar a sufrir taquicardias y dolores musculares.
Aunque no hay una duración fija para sufrir estos síntomas lo más habitual es que se noten entre 4 días y dos semanas. Pasado este tiempo ya se debe acudir a un especialista.
Los consejos más comunes para evitar o minorar el efecto de estos síntomas se basan en el sentido común ya que se trata de adaptarse a la nueva situación de forma paulatina. Así, parece que lo más inteligente es:
- Volver unos días antes de reincorporarnos al trabajo (o a la rutina familiar)
- Tratar de reincorporarnos entre semana para que la primera toma de contacto sea más breve y se lleve mejor.
- Evitar dormir la siesta los 3 ó 4 días anteriores a la reincorporación si después no la vamos a poder dormir para ir acostumbrándonos.
- Fijarse nuevos objetivos y metas profesionales y personales.
- Disfrutar del tiempo libre, tomar algo con los amigos y compañeros después del trabajo, hacer una escapadita o plan diferente el fin de semana,…
- Físicamente nos ayudará a generar endorfinas una dosis de ejercicio físico y una buena alimentación donde no deben faltar los productos que nos aporten Vitamina B.
- Descansar las horas necesarias y en el entorno adecuado. Una de las pocas ventajas en las que casi todo el mundo coincide de volver de vacaciones es poder volver a nuestras camas, tan extrañadas en la mayoría de los casos.
- Intentar ver el lado positivo de nuestro día a día y sonreír para lograr que los demás nos sonrían también, generando un círculo de energía positiva que definitivamente nos ayudará a evitar caer en esa temida depresión postvacacional.
Como ya sabéis, las circunstancias personales de cada persona son diferentes, así como la forma de disfrutar de las vacaciones o las rutinas a las que se debe enfrentar a la vuelta, por lo que esto no deja de ser una pequeña ayuda genérica con la que pretendemos facilitaros la vuelta a la rutina, a la vida diaria disfrutando en la medida de lo posible de todas esas cosas buenas que nos rodean cada día, como nuestros familiares, amigos y todas las posibilidades que tenemos a la vuelta de la esquina para disfrutar de cada día.
Esperamos que con estos consejos podáis disfrutar de la “vuelta al cole” cargados de energía.
¡Feliz vuelta y feliz descanso!
Fuente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario