La cefalea es una sensación subjetiva de percibir dolor de cabeza. En torno a este problema, surgen varias creencias falsas y otras verdaderas, relacionadas con los alimentos, el ejercicio físico y el uso de píldoras anticonceptivas, entre otras. La consulta a especialistas es fundamental para prevenir los dolores.
La cefalea aparece mencionada en la antigüedad, en manuscritos de varios años antes de Cristo. Ya desde la época de Hipócrates, el padre de la medicina, describió la migraña clásica y fueron numerosos personajes relevantes de la historia los que han sufrido de jaquecas: Julio César, Miguel de Cervantes Saavedra, León Tolstoi, Charles Darwin y el hasta el mismo Sigmund Freud.
La cefalea es una sensación subjetiva de percibir dolor de cabeza, experiencia que si bien para algunas personas es un síntoma episódico, para otras es una manifestación de una enfermedad crónica e invalidante. La padece entre el 20 y el 30% de la población adulta.
Tipos de cefaleas
Aunque de manera informal uno dice que tiene dolor de cabeza, se distinguen tres tipos:
Migraña: es una cefalea crónica recurrente que aparece antes de los 30 años y que afecta más a las mujeres que a los hombres. Tiene una fuerte asociación familiar que sugiere un importante componente genético. En el 70% de los casos, hay factores desencadenantes que pueden ser psicológicos, biológicos o ambientales. Las causas más frecuentes son los trastornos del sueño, factores dietéticos y el esfuerzo físicos.
Cefalea tensional: es la más común y no incapacita al paciente en sus actividades cotidianas. Tiene entre sus factores desencadenantes el estrés, la falta de actividad física y las posturas anormales.
Cefalea en racimos o de Horton: generalmente, aparece en varones de 20 a 50 años por ciclos llamados períodos racimos. Aparece en horario nocturno despertando al paciente entre 1 y 2 horas después de haberse dormido.
¿Cómo es el tratamiento?
Existen dos tipos de tratamiento:
1) Farmacológico
Se vale de medicamentos para ser administrados en dos formas:
Para abortar el dolor en el momento de la crisis, se alivia al paciente durante el ataque doloroso, llegándose a indicar internación en aquellos que no respondan a la medicación y en aquellos que tengan cefaleas muy intensas e incapacitantes.
Se utilizan drogas que, administrándose en forma prolongada, permanente y diaria, evitarían la aparición de esas crisis (es el llamado tratamiento profiláctico o preventivo de las cefaleas).
2) No farmacológico
Se emplea en los pacientes que no pueden recibir drogas por sus efectos tóxicos o en los casos en los cuales las mismas han fracasado. Se basan en numerosas y variadas medidas de terapia física, acupuntura y psicoterapia. Estos son tratamientos prolongados, que duran meses y requieren de mucha paciencia y constancia.
Fuente: revistabuenasalud.cl
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