Para poder vivir y trabajar nos debemos alimentar correctamente, ya que, de no hacerlo podemos enfermar. Para poder desarrollar nuestras tareas cotidianas nuestro cuerpo necesita incorporar toda una serie de alimentos que le son imprescindibles para tener la energía suficiente y desarrollar sus funciones.
La aportación de las sustancias necesarias para nutrirnos le corresponde a la alimentación. Nutrición y alimentación, no son conceptos que sean sinónimos, la alimentación forma parte de la nutrición. Es un tema bastante complejo y diferentes expertos profesionales de este sector de la medicina dicen que en la alimentación de las personas se debe tener muy presente la composición química de los alimentos, la elaboración y tecnología alimentaria, el comportamiento alimentario de las personas, la fisiología de la nutrición, la higiene de los alimentos, las dietas adecuadas, etc. Para una buena alimentación debemos tener unos mínimos conocimientos sobre las necesidades del cuerpo humano y del valor nutritivo de los alimentos.
A menudo se interpreta que una mala alimentación lo es porque es insuficiente y que no nos llega a nuestro organismo los nutrientes necesarios, ciertamente esto es cierto en los casos de una malnutrición que desgraciadamente se da en zonas no desarrolladas y que no es habitual en el mundo industrializado actual. Podemos tener una alimentación desequilibrada comiendo más de lo que nuestro organismo le hace falta dando como resultado la obesidad que puede ser la fuente de enfermedades y disminuir la calidad de vida. Por tanto una alimentación sana no se refiere sólo a comer mucho o comer poco, sino a comer de manera adecuada y con la proporción correcta de los nutrientes, es decir, una alimentación completa, variada y equilibrada.
La comida mediterránea se considera que es la dieta en que hay los suficientes nutrientes que necesita la persona, ya que dispone de las carnes, el pescado, la fruta, la verdura y las hortalizas. Permite comer con variedad para mantener las funciones vitales y regenerar los tejidos con los hidratos de carbono, las proteínas, los minerales, las vitaminas, el agua, etc, ya que todos estos componentes son imprescindibles y se deben ingerir con la proporción adecuada. Es aconsejable consultar con los profesionales de la nutrición y alimentación que nos podrán orientar y asesorar, previa realización del estudio de las carencias o del exceso de comida que ingerimos, nos ayudarán a mejorar nuestra calidad de vida ya evitar posibles enfermedades.
Via blog.mussap.net
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