Controlar los niveles de glucosa en la sangre no solo evita complicaciones para la salud, especialmente en el caso de las personas diabéticas, sino que también es un factor determinante del peso y de la grasa corporal.
Aunque es cierto que la glucosa es el combustible del cuerpo humano, también lo es que el exceso no utilizado por la actividad orgánica se almacena directamente en forma de grasa. La glucosa en sangre aumenta o desciende en función de lo que comemos a lo largo del día. Cuando llevamos una dieta demasiado alta en azúcares, lo que sucede es que se producen picos de insulina seguidos de un rápido descenso en la glucemia. Esta situación, mantenida en el tiempo, nos hace más vulnerables a padecer resistencia a la insulina y obesidad abdominal.
Cómo reducir el azúcar en la sangre Una de las maneras más fáciles de bajar el azúcar en la sangre es moverse, realizar alguna actividad física, como por ejemplo andar después de las comidas. Cuando el cuerpo está en reposo, los músculos necesita insulina para absorber la glucosa de la sangre, mientras que la hora de realizar ejercicio físico los músculos la absorben incluso sin la presencia de insulina. Conviene recordar que cuando los niveles de glucosa en la sangre son muy altos (>180 mg/dl), por lo general aparecen algunos síntomas como boca seca y sed, dolor abdominal o vómitos, ansiedad, agitación, pulso débil y rápido, piel seca y caliente.
Obviamente, en estos caso, no solo hay la glucosa en la sangre se vigilará constantemente, también la dieta, que debe estar diseñada específicamente para reducir los niveles peligrosamente altos.
Alimentos para disminuir la glucemia Entre los alimentos que se deben evitar si tenemos la glucosa alta están el azúcar, miel, productos de confitería refinados (galletas, helados, pasteles, croissants, pasteles), el chocolate, la mermelada; platos de pasta preparados con aderezos de grasa (lasaña, tortellini, canelones); pizzas elaboradas, sustitutos del pan con grasa añadida y sal (galletas, palitos de pan, bollos de pan, bollos); frutos secos, aguacate, fruta enlatada, plátanos, mandarinas, uvas, granada, higo, caqui; y zumos de frutas y bebidas azucaradas.
En cuanto a los alimentos que se pueden consumir de forma segura está la pasta y el arroz integral, preferiblemente combinado, por ejemplo, con tomate natural, atún y verduras. Es aconsejable evitar comer juntos en la misma comida dos alimentos con almidón como el pan y la pasta, o el pan y el arroz, pizza y pasta.
Es aconsejable sustituir el azúcar para endulzar por otros edulcorantes más naturales, aunque en todos los casos, especialmente si se siguen dietas de control de azúcares, como es el caso de la diabetes, hay que tomarlos con moderación. Entre los sustitutos naturales encontramos la estevia, el sirope de ágave o el sirope de savia de arce.
En cuanto a las bebidas, mejor optar por los zumos verdes sin azúcar, bebidas ligeras y zumos de frutas y verduras, a excepción de las incluidas en la lista de alimentos no recomendados; incluso las zanahorias se pueden comer con seguridad.
Via ellahoy.es
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