“El tiempo es músculo”, dicen los cardiólogos para indicar la importancia de que una persona con síntomas de infarto reciba tratamiento rápido.
Cuanto más tiempo dejemos pasar antes de recibir tratamiento, más músculo cardiaco perdemos y peor pronóstico tendremos. El problema: que, en el 30% de los casos, no hay dolor torácico (angina de pecho), sino otros signos más difíciles de interpretar. Esta es una lista de todos los síntomas posibles:
Dolor torácico (angina)
Es un dolor agobiante (“como si un elefante me pisara el corazón”, dicen algunos pacientes) que se inicia en mitad del pecho y que puede irradiar hacia un hombro, el cuello, los brazos y/o la espalda. Se suele acompañar de sudores, falta de
aliento, desmayos, mareo y náuseas.
Indigestión
Explica el famoso el caso de un reputado cardiólogo que fue hallado muerto en su habitación con un frasco vacío de un producto para la acidez de estómago. Y es que incluso los expertos pueden confundir el ataque cardiaco con un malestar digestivo. Pero a diferencia del dolor de estómago normal, el derivado de un ataque cardiaco pocas veces provoca punzadas. Las víctimas dicen que sentise “llenas”, como hinchadas, con un dolor sordo y con sensación de ardor o náuseas. Ese tipo de dolor suele avisar de un tipo especial de ataque; se da cuando el daño se produce en la pared posterior del corazón, por bloqueo de la arteria coronaria derecha.
Dolor en la mandíbula inferior
Se extiende por toda la mandíbula y a veces por el cuello. Incluso puede focalizarse exclusivamente a los lados del cuello.
Falta de aliento
Se inicia al realizar un esfuerzo normal. La víctima se sofoca y jadea. El ataque se describe como “sed de aire” y apenas remite con el descanso. Es uno de los síntomas que más se pasan por alto, sobre todo en ancianos, que lo atribuyen a la edad. A menudo, la falta de aliento se acompaña de fatiga general. “Si de pronto se ahoga al subir unas escaleras que hace unos días no le causaban problemas, vaya al médico enseguida”, aconsejan los expertos.
Malestar
Hasta el 20% de los pacientes que sufren ataques cardiacos “silenciosos” tienen síntomas previos a los que no dieron importancia. Muchos dicen que no se sentían bien días u horas antes de producirse el ataque. Como explican los cardiólogos: “Usted es la persona que mejor conoce su organismo; si nota que algo va mal, acuda al médico”.
Dolor en el brazo o el hombro
Por lo general, afecta al lado izquierdo, pero puede extenderse a los hombros y al brazo derecho (pocas veces se da sólo en este último). Una señal: cuesta levantar la extremidad, como si pesara más de lo normal. Es un dolor sordo, que llega a la muñeca y a los dedos y corre por la cara interna del brazo. No se puede decir exactamente dónde se localiza, como ocurriría con una herida.
Via plusesmas.com
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