¿Qué es la Distonía?

lunes, 14 de marzo de 2016

La comúnmente llamada distonía es un síndrome que se caracteriza por que el paciente sufre de contracciones involuntarias que en algunos casos pueden ser prolongadas y dolorosas, que provocan movimientos espasmódicos de torsión en brazos, piernas y cuello, aunque en los casos graves afecta a todo musculo estriado.

Por desgracia se desconoce la causa exacta que desencadena la distonía, aunque se ha observado cierta incidencia por parte de los ganglios basales del cerebro, unos acumulos en la profundidad del cerebro y que están relacionadas con el control del movimiento.

A nivel medico, se entiende como distonía focal a aquella que solo afecta a una región localizada del cuerpo o generalizada, viéndose reflejada en todo el cuerpo. Se estima que la primera, como era de esperar, afecta a una parte localizada del cuerpo, mientras que en la generalizada, los estudios indican que es todo el cerebro el que se ve

Aunque se creía una enfermedad rara, los estudios epidemiológicos lo desmienten ya que se estima, que solo en nuestro país hay entre 15000 y 2000 pacientes aquejados por esta dolencia descrita por primera vez y asociada a una enfermedad orgánica en 1911 por Oppenhein.

Dada la rareza y lenta evolución de la enfermedad, pueden pasar entre 5 y 8 años desde que el paciente siente los primeros síntomas hasta que se llega la él diagnostico de distonía y, actualmente, su pronóstico es grave ya que es de carácter degenerativo hasta llegar a la incapacidad del paciente y sin cura.

Gran parte de la dificultad en la identificación del problema radica en que la distonía puede aparecer como síntoma de una determinada enfermedad antes que como un síndrome en sí. Hay que tener en cuenta que los temblores y calambres musculares pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades.

Suele aparecer entre los 20 y los 50 años y los primeros síntomas suelen reflejarse porque el paciente manifiesta cierta torpeza en las manos, especialmente cuando escribe ya que al coger el lápiz, la posición de los músculos acaba desencadenando calambres que recorren todo el brazo y llegan a provocar el agarrotamiento de los dedos imposibilitando la escritura.

Además, mientras se tenga el lápiz en la mano, el dolor de los calambres irá en aumento y, aunque desaparece cuando se suelta, reaparece si se vuelve a intentar. Es por ello que normalmente se clasifican como:

    El calambre del escribiente simple en el que la distonía impide simplemente la escritura
    El calambre del escribiente distonico en el que los calambres no se limitan a la escritura sino que también se dan con otras labores.
    El calambre del escribiente evolutivo. En este caso, comenzamos con un calambre simple que con el tiempo evoluciona hacia uno distonico.

A su vez, será de tipo localizado si solo afecta a tres, o menos, dedos de una mano y no localizado si afecta a tocos los dedos o lo hace de forma itinerante.

Desgraciadamente no existe tratamiento actual, ya que se desconoce el motivo por el que se padece esta enfermedad por lo que la mayoría de los tratamientos son sintomatológicos aunque deben ser escogidos con mucho cuidado.

Via revistayou.es

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