Llega septiembre y, seguramente con algún kilo de más, es momento de recuperar los hábitos alimenticios de los meses anteriores y también el entrenamiento. ¿Cómo tiene que ser la alimentación deportiva tras el verano?
El verano y el tiempo merecido de descanso permiten desconectar temporalmente de las obligaciones diarias y, entre ellas, se encuentra aparcar la dieta tan estricta que se ha llevado durante los meses anteriores. Se cambian los hábitos horarios y todos nos permitimos más caprichos como, por ejemplo, comer fuera de casa, consumir más dulces, en especial helados, e incluso ingerir más alcohol. Como comenta la dietista-nutricionista Clàudia Planas, “todo eso hace que aumenten las calorías, la grasa y los dulces sencillos. Es necesario, por tanto, volver a la normalidad en la alimentación deportiva los más rápidamente posible e incorporar de nuevo una pauta alimenticia saludable y sobre todo tener mucho cuidado de no caer en la tentación de las “dietas milagro” puesto que son pobres en nutrientes y poco saludables”.
Cuándo y cómo hacerlo
Lo importante en este caso es retomar los hábitos alimenticios rápidamente, sin demoras y de manera casi radical. “No tiene sentido hacerlo de manera paulatina o poco a poco porque podríamos caer de nuevo en la tentación de consumir alimentos poco saludables”, explica la nutricionista.
Para volver a un estado físico óptimo es necesario seguir algunos consejos. Para Clàudia es fundamental “organizar los horarios, el descanso nocturno y procurar hacer 4-5 comidas al día, incorporando siempre verduras y hortalizas en la comida y en la cena, comer un mínimo de tres piezas de frutas diarias, intentar consumir cereales integrales, legumbres y proteínas de fácil digestibilidad como el pescado o la carne blanca. Además, es importante incorporar técnicas culinarias sencillas y suaves como la cocina a la plancha, horno, vapor, hervida o al papillote. Y, por supuesto, beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día”.
Cuidado con la dieta detox
En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda las llamadas “ dietas detox” no sólo entre la población en general sino también entre practicantes de deporte como manera de “desintoxicarse” de los excesos alimenticios. Como apunta Clàudia, “la dieta detox es muy baja en calorías ya que se basa en consumir únicamente alimentos líquidos como caldos y zumos de frutas durante una semana privando al organismo de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Es una dieta muy estricta que promueve la pérdida de masa muscular y, por este motivo, no sería aconsejable para un deportista. Además, una dieta de este tipo puede disminuir el rendimiento deportivo y, por tanto, repercutir en la intensidad del entrenamiento”.
A favor de la dieta saludable y depurativa
Tras las vacaciones es importante, por tanto, volver a la normalidad en cuanto a alimentación deportiva (y no deportiva) siguiendo una dieta saludable basada en la dieta mediterránea. “Si queremos dejar atrás los excesos y ayudar a nuestro cuerpo a eliminar la sobrecarga de las vacaciones podemos incorporar alimentos depurativos y antioxidantes”, apunta Planas. “Estos alimentos ayudan a eliminar la retención de líquidos, las toxinas del riñón, hígado e intestino, a disminuir la hinchazón y a mejorar el bienestar digestivo y general. Eso sí, hay que tener en cuenta que cualquier dieta tiene que ser personalizada y adaptada las características de cada individuo y pautada siempre por un dietista-nutricionista”, corrobora.
En cuanto al tiempo que podemos estar con una dieta con mayor cantidad de alimentos depurativos y antioxidantes, la recomendación de la nutricionista es de “una semana a quince días aunque es importante incidir en que una dieta saludable ya cuenta con muchos de estos alimentos y que, por tanto, no necesariamente tiene que ser una dieta con una caducidad determinada”.
Alimentos para limpiar el organismo
En cuanto a los alimentos más diuréticos y ricos en antioxidantes que ayudan a limpiar más rápidamente el organismo, la dietista recomienda “la escarola, los espárragos, alcachofas, judía verde, brócoli, uva con piel, piña y los cítricos. También puede ayudarnos los zumos a base de frutas y/o hortalizas, las infusiones de diente de león, el cardo mariano o el té verde. Los caldos de verduras pueden ser una excelente opción para tomar entre comidas”.
Por otra parte, también es importante y recomendable limitar el consumo de sal y, como explica la especialista, “los alimentos ricos en sodio como las conservas y los embutidos, la ingesta de alcohol y café, el consumo de carne roja y los alimentos procesados como la bollería”.
Aunque todas estos consejos pueden ayudar a recuperar la forma física más rápidamente tras el verano, para Clàudia Planas es fundamental y aconsejable “seguir siempre una alimentación equilibrada y para que ésta sea más fácil de adoptar y mantener a largo plazo, lo mejor es ir introduciendo pequeños cambios de manera progresiva”.
Via cmdsport.com
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