Cómo bajar la presión arterial sin medicamentos

La hipertensión es una enfermedad crónica que se manifiesta cuando la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias aumenta significativamente. Si bien su padecimiento no implica síntomas detectables, sí aumenta el riesgo de sufrir enfermedades vinculadas con el sistema cardiovascular.

Aunque existen tratamientos para esta afección, saber cómo bajar la presión arterial sin medicamentos puede ser de gran ayuda para mejorar la salud en casa y para complementar lo indicado por el especialista, garantizando una rápida mejoría.

Instrucciones:

Lo primero que hay que saber es que para bajar la presión arterial se requiere de un cambio en los hábitos de vida. De nada sirve tomar remedios caseros si no hay decisiones saludables que garanticen los resultados en el largo plazo. Una buena forma de comenzar a implementar estos cambios consiste en eliminar las grasas saturadas de la dieta regular. Las grasas saturadas elevan el colesterol "malo" en sangre y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los alimentos fritos, el aceite de coco o palma, la proteína animal y la leche entera contienen grandes cantidades de grasas saturadas cuyo consumo debe ser limitado. En el caso de la proteína animal se recomienda no eliminarlas por completo de la dieta, pero sí restringirlas a dos o tres veces por semana.

Otra forma de bajar la presión arterial sin medicamentos es bajando el consumo de sal. La comida rápida, los sazonadores industriales y los embutidos son solo algunos de los productos que más la contienen. En su lugar elige comidas caseras, condimentos naturales y alimentos frescos, además de vigilar que los productos que consumas sean bajos en sodio.

Aunque no hay una relación clara entre el sodio y la hipertensión, sí se ha concluido que su consumo es un factor de riesgo para desarrollar la presión alta, dado que el sodio estimula la retención de líquidos, lo que hace que el corazón deba trabajar con más fuerza. El consumo diario de sodio recomendado es de 1,500mg al día.

Otra forma de bajar la presión arterial es con actividad física. Hacer ejercicio al menos tres veces por semana en sesiones de 30 a 60 minutos ayuda a controlar y disminuir la tensión arterial, los niveles de glucosa y colesterol. Además, ayuda a reducir el número de latidos del corazón por minuto y desarrolla nuevas arterias, sin contar con sus efectos en la disminución del peso corporal y la prevención de la obesidad.

Las actividades más recomendadas son caminar, correr, nadar, montar bicicleta o bailar. Sin embargo, la práctica de otras disciplinas también puede ser de utilidad. Antes de comenzar una rutina de ejercicios, lo ideal es consultar al médico para que recomiende las pautas a seguir para incorporar el entrenamiento a la rutina diaria.

Eliminar o restringir al máximo el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos ayuda a la salud cardiovascular, y por lo tanto disminuye la posibilidad de desarrollar hipertensión. Si la presión está controlada con medicamentos entonces hay que descartar su consumo de inmediato, ya que la interacción entre el alcohol y algunos principios activos puede desencadenar efectos adversos en el organismo.

El consumo diario de avena puede bajar la presión arterial de forma natural. Este alimento tiene la propiedad de reducir los niveles de colesterol en sangre, protegiendo el sistema cardiovascular. Además, su alto contenido de fibra lo convierte en un aliado de la digestión y de la eliminación de toxinas en el organismo.

La avena puede consumirse diariamente como parte del desayuno, pero si se va a preparar con leche debe ser descremada o baja en grasas. También se puede tomar agua de avena, que resulta del remojo de dos cucharadas de avena en un vaso de agua. El vaso se puede preparar en la noche y el líquido resultante se toma en las mañanas, antes de desayunar. Aquí encontrarás todos los beneficios de la avena.

El ajo contiene alicina, un principio activo que actúa como vasodilatador, lo que quiere decir que evita la contracción de las arterias, favoreciendo la circulación sanguínea y evitando enfermedades cardiovasculares. El ajo puede incorporarse como condimento en las comidas, e incluso hay quienes lo comen crudo. En cualquier caso, la mejor forma de aprovecharlo es triturándolo primero, ya que es así como se libera su principio activo.

Las infusiones son una manera muy económica y práctica de bajar la tensión arterial sin medicamentos. El poder depurativo del limón lo convierte en un excelente aliado para combatir este trastorno, debido a sus propiedades depurativas que ayudan al organismo a expulsar las toxinas, a través de la orina, incluyendo el sodio que se encuentra en la sal. La manera más común de tomarlo es mezclando el jugo de un limón en una taza de agua caliente, sin azúcar y en ayunas. Esto puede hacerse diariamente. Aquí descubrirás todos los beneficios de beber agua tibia con limón en ayunas.

Además del limón, el apio comparte propiedades diuréticas que pueden aliviar al organismo de toxinas y líquido que sobrecargan tanto al hígado como al corazón. Una taza de tallos de apio hervidos en dos tazas de agua da como resultado una infusión que se puede ingerir después de cada comida.

Si consumes varias tazas de café al día, lo mejor es disminuir su consumo progresivamente hasta eliminarlo por completo. La razón es que la cafeína estimula el sistema nervioso de tal forma que hace que el corazón palpite con más fuerza, lo cual eleva la presión arterial. Pero si la restricción se hace de forma radical, podrían aparecer síntomas de abstinencia, como el dolor de cabeza, de allí que el consumo se limite poco a poco.

Antes de poner en práctica estos consejos para bajar la presión arterial sin medicamentos lo ideal es consultar con el médico, ya que es él que diagnosticará que efectivamente la tensión está por encima de sus niveles y puede ayudarlo a diseñar un plan de recuperación que implique una mejor alimentación, ejercicio adecuado y el abandono de hábitos dañinos para su organismo.

Las mujeres embarazadas, las personas mayores y los niños deben recibir orientación especializada según su condición para afrontar este trastorno y mejorar su salud.

Via salud.uncomo.com