La utilización de calzado transpirable evita que el calor se estanque en los pies, ya que esto favorece la sudoración, el reblandecimiento de la piel y propiciar la aparición de hongos han indicado desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).
La subida de las temperaturas provoca que se abandone el uso de calcetines, lo que hace que el pie esté en contacto directo con el zapato, de forma que se favorezca un exceso de roce. Este, en caso de que el calzado no sea confortable y el pie esté adecuadamente tratado e hidratado, podría causar la aparición de rozaduras, ampollas y otras lesiones dérmicas, ha destacado la vicepresidenta del ICOPCV, Estefania Soriano.
Con la llegada del calor es frecuente que los pies comiencen a hincharse y el exceso de sudoración les afecte, lo que propicia un mayor número de consultas por dolor debido a la existencia de 'ojos de pollo' entre los dedos o el dolor en los juanetes.
"En general, es el momento en el que el paciente toma consciencia de los problemas causados en los pies por no haberlos cuidado durante el resto del año", ha afirmado Soriano.
VISITA AL PODÓLOGO
Como paso principal, el ICOPCV recomienda realizar una visita al podólogo para explorar los pies detenidamente y comprobar que no existe ninguna patología que se podría agravar más en verano.
Además, es fundamental que el especialista elimine posibles durezas, helomas u otras patologías dérmicas que podrían existir, así como dar el tratamiento adecuado para evitar las dolorosas grietas en los talones.
También hay que realizar un buen corte y limado de uñas para realzar su estado natural tras el pulido y poder detectar a tiempo cualquier anomalía como los hongos.
Via sabervivir.es
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