Las picaduras de insectos y medusas en verano

viernes, 29 de julio de 2011

Seguramente algún miembro de vuestra familia las ha sufrido recientemente. Las picaduras son muy frecuentes en la época estival, especialmente durante la noche y al atardecer, o también en el mar. Y los bebés, niños y embarazadas, por ejemplo, parecen ser el plato favorito de los mosquitos…

De modo que este tema aparece de cuando en cuando en el blog, y hoy vamos a ofrecer las opiniones y consejos de los expertos sobre las picaduras de insectos o de medusas en verano. Y es que, en esta época son especialmente frecuentes mosquitos, abejas, avispas, arañas y medusas.

Para las personas muy sensibles puede ser útil el uso de repelentes naturales en forma de barra o loción, así como enchufes con insecticidas en las habitaciones y mosquiteras en puertas y ventanas. Hace un tiempo ya os ofrecimos remedios naturales para repeler los mosquitos.

Para disminuir el riesgo de picaduras, además podemos usar ropa de colores poco llamativos, evitar paseos por zonas húmedas y no usar perfumes de olor intenso, que podrían atraer a los insectos. Para las embarazadas, tenemos algunos trucos para protegerse de los mosquitos durante la gestación.

Es poco frecuente, pero puede suceder que tras la picadura de un insecto suframos una reacción alérgica, por lo que habremos de estar atentos y acudir a Urgencias si fuera necesario.

Si la picadura ya se ha producido, ¿es conveniente aplicarle algún producto calmante? En contra de lo previsible, los expertos no encuentran aconsejable la utilización de lociones con amoniaco o antihistamínicos tópicos que, aunque calman el picor, pueden sensibilizar la piel.
Las picaduras de medusas

Los baños en el mar en ocasiones traen sorpresas desagradables. Las picaduras de medusas son muy frecuentes en esta época. El contacto con los tentáculos de las medusas puede dar lugar a la aparición de una lesión urticariforme en las zonas de contacto.

Según declaraciones de una pediatra a la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria para las recomendaciones de verano, se aconseja salir del mar y buscar ayuda, por la posibilidad de sufrir calambres que puedan provocar ahogamiento o, menos frecuentemente, un shock anafiláctico.

Si existe atención de socorrismo, acudiremos al puesto para que los niños (o nosotros) seamos convenientemente curados. La zona de la picadura debe limpiarse con agua salada, nunca con agua dulce porque podría ocasionar rotura de células que hubieran quedado adheridas y producir aún más daño.

Si quedan restos de medusa, hay que quitarlas con pinzas o guantes gruesos, o en su defecto con una toalla gruesa, sin frotar ni introducir arena en la herida. Se aplicará frío, por ejemplo hielo rodeado de una bolsa de plástico. No conviene aplicar hielo directamente en la herida a no ser que sea de agua salada.

En ocasiones, tras la picadura se puede observar un cuadro de agitación, cefalea, angustia o conjuntivitis, que suele ceder en pocas horas, por ello habremos de estar atentos a estos u otros síntomas extraños.

En definitiva, es posible que no podamos prevenir todas las picaduras de insectos y medusas en verano, pero sí podemos intentar prevenirlas en cierta medida, o saber cómo actuar una vez se han producido.

Fuente: bebesymas.com

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